CÓMO INVERTIR EN FONDOS DE INVERSIÓN CON SENTIDO COMÚN – JOHN BOGLE

Common sense on mutual funds (1999) es el libro más conocido del inversor y filántropo americano John Clifton Bogle (1929-2019). Fundó The Vanguard Group en 1975 y se le atribuye la creación del primer fondo índice (index fund). En The Bogle eBlog podemos encontrar su filosofía de inversión.

«Este libro se enfoca exclusivamente en fondos de inversión, ya que creo que una cartera de acciones y bonos ampliamente diversificada es esencial para la inversión a largo plazo. Para casi todos los inversores, la forma más sensata y eficiente de diversificar es a través de fondos de inversión«.

Parte I. Estrategia de inversión.

«Para invertir con éxito, debe ser un inversor a largo plazo«. Esta es una de las primeras máximas que deja caer nada más empezar a leer su libro. A mayor horizonte temporal, menor es la variabilidad en los rendimientos anuales promedio. Debido a que el objetivo de la inversión es acumular riqueza real (para pagar bienes y servicios), el enfoque final del inversor a largo plazo debe ser el rendimiento real (corregido por inflación), no el nominal (no ajustado por inflación). Bogle lanza la primera estocada para defender a los fondos indexados citando a Buffett: «Un inversor que no comprende la economía de empresas específicas pero desea invertir a largo plazo en la industria estadounidense, debe invertir periódicamente en fondos indexados«. Para Bogle, el arte de invertir en fondos de inversión se basa en la simplicidad y el sentido común. Si las acciones individuales derivan sus valores de las empresas que las emiten, entonces el agregado mercado de acciones representa una colección de activos de las empresas estadounidenses en su conjunto. Antes de tomar en cuenta los costes, los inversores obtendrán rendimientos a largo plazo que se aproximan a las ganancias y dividendos producidos por las empresas estadounidenses.

La clave para la selección de fondos es centrarse no en el rendimiento futuro (que el inversor no puede controlar) sino en el riesgo, el coste y el tiempo (todo lo que el inversor puede llegar a controlar). Bogle relaciona las cuatro estaciones del año (otoño e invierno donde el mercado es bajista, y primavera y verano donde es alcista) con las etapas del mercado. No te debes sorprender cuando cambie la temporada, que seguro lo hará. Sin embargo, a la larga, su inversión sobrevivirá y prosperará si confía en unas pocas reglas simples:

      • Invertir debes. El mayor riesgo es el de no poner tu dinero a trabajar en el largo plazo para obtener un rendimiento generoso.
      • El tiempo es tu amigo. Date todo el tiempo que puedas. Comience a invertir a tus 20 años, aunque solo sea una cantidad pequeña, y nunca se detenga. «El interés compuesto es un milagro«.
      • El impulso es tu enemigo. Elimina la emoción. Ten expectativas racionales sobre los rendimientos futuros y evita cambiar esas expectativas a medida que cambian las estaciones.
      • La aritmética básica funciona. Mantén tus gastos de inversión bajo control. El rendimiento neto es simplemente el rendimiento bruto de su cartera, menos los costes que se incurran (comisiones, costes de transacción…).
      • Adhiérete a la simplicidad. La inversión básica es simple: una asignación razonable de acciones, bonos y reservas de efectivo.
      • Mantén el rumbo. Pase lo que pase, mantente a tu programa.

«Quizás un futuro invierno sea más largo y más frío de lo normal, o un verano será más seco y caluroso. A largo plazo, sin embargo, nuestra economía y nuestros mercados financieros son estables y racionales. No permita que las fluctuaciones a corto plazo, la psicología del mercado, la falsa esperanza, el miedo y la avaricia se interpongan en el camino del buen juicio de inversión«.

Para Bogle, el rendimiento de las acciones individuales y por consiguiente el de una cartera de acciones es impredecible a corto plazo. Si bien el rendimiento a largo plazo de las carteras también es impredecible, un examen cuidadoso de los rendimientos pasados puede ayudar a establecer algunas probabilidades sobre los posibles parámetros de retorno futuro, ofreciendo a los inversores inteligentes una base para las expectativas racionales sobre los rendimientos futuros. Largo plazo importa. Hay tres variables que explican la rentabilidad del mercado de valores a través del largo plazo: el rendimiento del dividendo en el momento de la inversión inicial, la tasa posterior de crecimiento de las ganancias y, el cambio en la relación precio-ganancias durante el período de inversión.

Bloge cita a J. M. Keynes para explicar la diferencia entre invertir «La actividad de pronosticar el rendimiento prospectivo del activo a lo largo de toda su vida … suponiendo que el estado actual de las cosas continuará indefinidamente» y especular: «La actividad de pronosticar la psicología del mercado … uniendo esperanzas a un cambio favorable en la base convencional de valoración«.

Bogle se centra en los valores negociables para una cartera de inversión: acciones y bonos. Omite las reservas de efectivo, debido a que tienden a ofrecer rendimientos muy modestos, tales reservas deben considerarse como ahorros para necesidades a corto plazo y de emergencia. Los datos empíricos muestran como una disminución promedio de los rendimientos del mercado de acciones puede ser amortiguada por la tenencia de bonos. «El mayor beneficio de una cartera de inversión equilibrada es que hace que el riesgo sea más aceptable. Una asignación a bonos modera la volatilidad a corto plazo de las acciones, dando al inversor averso al riesgo de largo plazo el coraje y la confianza para sostener una fuerte asignación de acciones«. El porcentaje a mantener de bonos y acciones debe ser escogido en base al objetivo de inversión, el horizonte temporal, el nivel de tolerancia al riesgo, y los recursos financieros de cada inversor. Bogle añade que un inversor joven debe escoger una cartera comprendida por un 80% en acciones y el restante en bonos; a medida que pase el tiempo, se reduce el porcentaje de acciones y se incrementa el de bonos. A medida que envejecemos, generalmente tenemos más riqueza que proteger, menos tiempo para recuperar pérdidas, mayor necesidad de ingresos por inversiones y tal vez un mayor nerviosismo a medida que los mercados fluctúan. Finalizando, «No sería imprudente para un inversor joven (25 años) altamente tolerante al riesgo, que está comenzando a invertir para la jubilación, a destinar todo a las acciones«.

Los costes acarreados a la hora de invertir están siempre en el punto de mira de Bogle. «Costes más bajos conducen inevitablemente a rendimientos más altos«, estudios empíricos lo avalan (datos en el libro). Si bien la estrategia activa de inversión puede dar como resultado rendimientos significativos, éstos se ven contradecidos por la remuneración de la política de gestión de los fondos de inversión y/o hedge funds, por lo que la rentabilidad del inversor se ve gravemente afectada por estos costes. A medida que aumentan los costes, disminuye la rentabilidad.

«La simplicidad, de hecho, es la clave maestra para el éxito financiero«. Bogle aboga por simplicidad frente al cada vez más complejo mundo financiero que se está creando con derivados, obligaciones de deuda garantizadas (CDOs), entidades con cometido especial (SPVs)… que nos arrojaron a la crisis de 2008. Para Bogle la simplicidad proviene principalmente de elegir un fondo indexado con reducidos costes, que a la vez nos ayuda a diversificar. Como resumen de simplicidad: «ser dueño de todo el mercado de valores estadounidense (fondo indexado), no hacer ningún esfuerzo por seleccionar al mejor gerente, mantener constante la asignación de activos y no hacer ningún intento de cronometrar el mercado, mantener un perfil bajo de transacciones (se minimizan los impuestos) y eliminar los costes excesivos de invertir que caracterizan a los fondos de inversión gestionados activamente«.

Las 8 reglas de Bogle para escoger un fondo de inversión:

  1. Seleccione fondos con un bajo coste. Citando a William F. Sharpe: «Lo primero que hay que mirar es el ratio de costes«.
  2. Considere cuidadosamente los costes adicionales de asesoramiento. «Tal coste es simplemente una desventaja demasiado grande en la rentabilidad de cualquier fondo para permitir que sea competitivo«.
  3. No sobrevalore el rendimiento pasado de los fondos. «Por lo general, son irremediablemente engañosos al evaluar cómo se desempeñará la futura rentabilidad de un fondo. No hay forma de pronosticar los rendimientos absolutos futuros de un fondo en función de su historial«.
    1. Es probable que los fondos con altos costes tengan un rendimiento inferior a los índices de mercado.
    2. Los fondos con rendimientos pasados sustancialmente superiores a los rendimientos de un índice de mercado retrocederán hacia, y generalmente por debajo, la media del mercado a lo largo del tiempo.
  4. Utilice el rendimiento pasado para determinar la consistencia y el riesgo. A pesar de la regla 3, la rentabilidad pasada puede ser de ayuda para seleccionar fondos. Puede aprender mucho estudiando la naturaleza de sus rendimientos pasados (política, objetivos…) en comparación con otros fondos de inversión similares. «Morningstar hace estas comparaciones fáciles«.
  5. Cuidado con las estrellas (gestores de carteras). «A pesar de que su luz puede brillar brevemente por un tiempo, muchas super estrellas parecen limitar su asociación con un fondo determinado«. La media, según Bolge, está en dos años y medio de gestión en un fondo.
  6. Cuidado con el tamaño de los activos. «Los fondos pueden llegar a ser demasiado grandes para sus problemas«. Bogle recomienda evitar a grandes fondos que no tienen antecedentes de cerrar sus puertas a nuevos inversores, y parecen estar dispuestos a dejar que sus fondos crezcan, independientemente de sus objetivos de inversión, a un tamaño aparentemente infinito, más allá de su poder para diferenciar sus resultados de inversión de la multitud.
  7. No se posea muchos fondos. Dos de acciones y uno de bonos con un balance a mayor medida en acciones debe ser suficiente para satisfacer las necesidades del inversor.
  8. Compre su cartera de fondos y manténgala. Citando a Buffett: «La inactividad nos produce un comportamiento inteligente«.

Parte II. En las opciones de inversión.

Bogle comienza la segunda parte azotando de nuevo a la gestión activa ante la afirmación de que los gestores activos soportan un menor riesgo ya que mantienen parte de sus activos en liquidez mientras que los fondos indexados tienen constantemente sus activos invertidos en el mercado. «El registro está desprovisto de pruebas para respaldarlo. Los gestores de fondos de capital, como grupo, no han demostrado una capacidad sistemática para reunir efectivo antes de que caigan los mercados o reinvertir ese efectivo después de una caída«. Además, los fondos indexados cuentan con el beneficio adicional de la fidelidad absoluta a su estilo de inversión.

Si cogemos la 10 edición, podemos leer la opinión de Bogle acerca de los fondos cotizados (ETFs). «Algunos ETFs están diseñados para aumentar su valor al 200 por ciento de la tasa a la que los bonos del Tesoro de EE. UU. Se deleitan, a través de una especie de apalancamiento inverso«. Opinando que tienen una actitud de casino, donde reafirma que no es invertir, sino apostar. Además añade que los ETFs, aunque tienen proporciones de costes mucho más bajas que los fondos de inversión tradicionales, tienen tasas de costes anuales que son de tres a cuatro veces la proporción de los fondos indexados.

En general para los bonos, los fondos indexados que mejor desempeñan en esta categoria son aquellos que tienen una duration y volatilidad más baja, y la calificación crediticia de calidad más alta. Pero Bogle vuelve a enfatizar en los costes otra vez: «La rentabilidad de un fondo indexado de bonos en comparación con un índice de bonos se explicaría casi en su totalidad por los costes en que incurre, más un elemento de habilidad de selección por parte del gestor«. Dos cosas son evidentes acerca de la empresa de corretaje (brokerage) que administra fondos de bonos: cobran altas tarifas de administración y también pueden cobrar cargos de venta sobre ellos. «Desde el punto de vista de los clientes, eso ha demostrado ser una combinación muy costosa«. La idea de Bogle es clara, los inversores en fondos de bonos no deberían sufrir costes excesivos que mermen el rendimiento de su inversión.

Bogle no es muy partidario de diversificar en mercados fuera del mercado estadounidense. Recomienda que si un inversor está interesado en esta práctica, ponga un tope máximo del 20% de su cartera en mercados exteriores. La razón que da se basa en una comparación entre otros países respecto a los Estados Unidos que tienen la economía más productiva, la mayor innovación, el entorno legal más hospitalario y el mejor mercado de capital del mundo. También hace hincapié en el riesgo moneda de dicha inversión. «Un dólar fuerte reduce la rentabilidad obtenida por los inversores estadounidenses en los mercados extranjeros; y un dólar débil aumenta la rentabilidad obtenida en los mercados extranjeros«. Bogle rechaza también una forma más sofisticada de análisis: frontera eficiente (efficient frontier). Esta estrategia está diseñada para determinar la asignación precisa de activos estadounidenses y extranjeros a poseer. El objetivo es una combinación que promete la mayor rentabilidad al menor nivel de riesgo. El problema surge porque la frontera eficiente se basa casi en su totalidad en rendimientos y patrones de riesgo pasados. Los rendimientos pasados y la volatilidad no siempre son presagios del futuro.

Es común en el mundo financiero mirar datos pasados. Bogle no es partidario de ceñirse solo ha datos pasados porque las condiciones del mercado y los gestores de fondos de inversión cambian con el tiempo, y las estrategias de fondos también cambian, a menudo influenciadas por el crecimiento de activos bajo administración generado por el éxito pasado. «Este conjunto de cambios socava la relevancia del pasado y elimina de manera efectiva cualquier vínculo entre el rendimiento pasado y el futuro«.

No hay un santo grial. Incluso considerando estudios académicos o los resultados pragmáticos de los fondos con los mejores registros de rentabilidad a largo plazo, las probabilidades de seleccionar fondos de inversión que vayan a obtener la mayor rentabilidad en el futuro son extremadamente pequeñas. «Las posibilidades de que los inversores en fondos inversión encuentren el santo grial que identificará de antemano a los que vayan a tener una mayor rentabilidad en el futuro parecen igualmente sombrías«. La estrategia de fondos indexados, por definición, debe proporcionar rendimientos menores que los del mercado, pero solo por un ligero margen. «Y ese es el verdadero santo grial (para Bogle): lograr, a través de una cartera de inversión diversificada, una rentabilidad cercana al 100% del rendimiento posible«.

Parte III. En el rendimiento de la inversión.

Los mercados financieros también tienen su ley de la gravedad, la conocida como reversión hacia la media (Reversion to the mean, RTM). «Esta aplicación de la ley universal de la gravedad podría incluso caracterizarse como la venganza de Sir Issac Newton a Wall Street«. Las fluctuaciones del mercado oscilan durante periodos cortos de tiempo donde pueden mejorar o empeorar la media del mercado. Bogle refleja con datos las oscilaciones entre diferentes clases de activos (acciones de crecimiento vs. acciones de valor, acciones de alta calidad vs. acciones de bajo precio, acciones de gran capitalización vs. acciones de pequeña capitalización, y acciones de Estados Unidos vs. acciones internacionales) donde se comprueba como en diferentes periodos estos rinden mejor que los otros, pero cuando acaba ese periodo, se produce lo contrario. Bogle citando a Newton: «<Cada acción tiene una reacción igual y opuesta.> Es quizás una traducción aún mejor de lo que sucede en los mercados financieros«. Pero la reversión hacia la media, aunque puede tardar décadas en aparecer, es un principio confirmado por la historia. Un inversor inteligente debe ignorarla. Bogle advierte que los inversores que creen que pueden obtener una mayor rentabilidad al seleccionar o sobreponderar fondos con diferentes estilos y estrategias de inversión, deben ser conscientes de los riesgos que implica hacerlo. Es por eso que aconseja fondos indexados, ya que el invertir en indexados solventa el posible problema de selección de fondos.

Los fondos con grandes sumas de activos bajo gestión están también en el punto de mira de Bogle. Un fondo crece en activos, en gran parte, por su fama al obtener altas rentabilidades, por lo que el capital fluye hacia ellos. «Nada falla como el éxito«. Hay tres razones por las que los grandes fondos no obtienen superiores rendimientos. Un gran número de activos reduce drásticamente el número de posiciones que pueden incluirse en una cartera de un fondo grande. La segunda razón es que el coste de las transacciones aumenta con el tamaño de la cartera que se posee; cuanto mayor sea el número de acciones negociadas, mayor será el impacto en el precio. El tercer motivo reside en la gestión del fondo; a medida que se expande una organización, el impacto del gestor individual disminuye. Cuando una organización crece, ya no hay pocos gestores de cartera con escritorios desordenados, ideas brillantes y mentes decisivas. Ahora, hay una horda de fondos, más un organigrama, un proceso de inversión, comités para aprobar transacciones y luego reuniones, presentaciones legales y regulatorias … «¿Quién está a cargo aquí? En lugar de juzgar ¿Qué debemos poseer?«. ¿Por qué los fondos permiten que el tamaño se salga de control? Bogle responde comentando que a los fondos de inversión les encanta alcanzar grandes tamaños porque el monto en dólares de las comisiones que reciben aumenta casi linealmente con los activos bajo gestión del fondo. Las ganancias del fondo crecen a una tasa aún más alta, incluso cuando la rentabilidad para los accionistas del fondo se ve afectada.

Bogle recomienda una serie de pautas para ser un sabio y responsable gestor de carteras:

    • Cambia la estrategia del fondo, pero no sus objetivos. El volumen de negocios, es decir, el cambio de posiciones mediante venta y compra que se realizan durante un año en una cartera ha aumentado considerablemente durante los últimos años. Esto hace incurrir en mayores costes y no han mejorado los rendimientos respecto al mercado. Los gestores emplean estrategias agresivas en vez de pasivas.
    • Cierra el fondo a nuevos inversores. Evita los problemas de tratar con un tamaño enorme.
    • Deja que el fondo crezca, pero añade nuevos gestores. Es decir, crea una nueva firma independiente.
    • Baja la comisión básica, pero agrega una comisión de incentivo. Mantener los incentivos del gestor con una comisión de incentivo que se paga solo en la medida en que los rendimientos del fondo superen los rendimientos de un índice de mercado.
    • Ofrecer un fondo de inversión a prueba de tamaño, con un volumen de negocios mínimo y una tarifa nominal. «Llevar esta regla a su conclusión lógica sugiere un fondo indexado«.

«Los inversores sujetos a impuestos deben reconocer que los impuestos son costes«. La rentabilidad de un fondo de inversión suele leerse antes de impuestos, no importa si la hacienda confisca una buena parte de ella. Por lo que los fondos de inversión dan poca importancia a los impuestos que sufren los inversores, aún sabiendo que los impuestos tienen un impacto enormemente negativo en los rendimientos relativos. La pregunta que se debe hacer cada inversor es si su alfa (rendimiento de una inversión comparado con un benchmark) es relativamente amplia para cubrir los impuestos. Como se ha comentado antes, el volumen de negocio de los fondos de inversión ha crecido abrumadoramente, realizando un mayor número de transacciones con sus costes en forma de impuestos incluidos, reduciendo la rentabilidad potencial máxima que se puede obtener. La rotación de activos no ayuda a obtener una mejor rentabilidad desde el punto de vista de los impuestos. «Unos pocos fondos operan a un coste mínimo y con una carga impositiva mínima. La mayoría son fondos indexados que replican a todo un mercado de valores«. Pero Bogle quiere ser claro y destaca que los fondos indexados ofrecen rentabilidades por debajo del mercado (costes) pero solo por un pequeño margen.

La inversión en fondos de inversión tiene cuatro dimensiones: rendimiento, riesgo, coste y tiempo. Bogle destaca que las estrategias a corto plazo son improductivas en términos de rentabilidad para el inversor. «Entre todas las estrategias, la estrategia de indexación del mercado tiene el horizonte de tiempo más largo. El volumen de negocios anual de un fondo indexado rara vez excede del 2 al 3%«. Esto ayuda a que los fondos indexados tengan una rentabilidad después de impuestos bastante considerable, y también superioridad al pagar un menor coste en forma de impuestos. Tampoco podemos obviar el: «poderoso vínculo entre el tiempo y la rentabilidad que se describe a menudo como la magia del interés compuesto«. Cuanto más largo sea el horizonte temporal, mayor será el poder del interés compuesto para transformar una inversión inicial en un valor futuro verdaderamente impresionante. Bogle nos recomienda ahorrar e invertir. «No es fácil adquirir el hábito del ahorro, especialmente cuando gastar es mucho más divertido que ahorrar. Divertido si, pero la diversión es cara. Ya sea que inviertan o ahorren, el coste de la demora para los inversores aumenta considerablemente con el paso del tiempo«. La regla del 72 es usada por Bogle para explicar la magia del interés compuesto. El interés compuesto se puede extrapolar a lo que Bogle llama «the tyranny of compounding«. Una inversión con mayor coste pierde más rentabilidad que una inversión con menores costes a medida que pasan los años, lo que lleva a una disminución drástica de la acumulación de capital producida por una constante erosión de los costes.

Part IV. En gestion de fondos.

«La gestión de fondos, en mi opinión, debería definirse por un espíritu de tutela (la prioridad es el interés de los inversores en fondos: cobrar una baja comisión), competencia profesional (no especular) y disciplina, y centrarse en el largo plazo (idoneidad de los fondos de inversión, el corto plazo es la segunda especulación)». Bogle piensa que la industria de fondos de inversión está desarrollando una forma de capitalismo de casino, con operaciones rápidas (especulación), y con una parte excesiva de la cantidad apostada va a parar a los croupiers, en forma de costes.

Gran parte de los costes que se pagan van a parar a los departamentos de marketing de los fondos de inversión, que les ayudan a captar más inversores incrementando el tamaño de este. Según Bogle, ese dinero empleado en marketing debería de ir a parar al bolsillo de los inversores en fondos, y no en crear monstruosos fondos de inversión con el riesgo que conlleva. Cuatro problemas que derivan del marketing: reducen la rentabilidad de los inversores; el marketing empeora la posición del fondo al incrementar el número de activos bajo gestión; los fondos de inversión son a menudo exagerados y vendidos, y los inversores que confían pueden verse amenazados por los riesgos asumidos; y finalmente, el impulso de distribución altera la relación entre inversores y fondos. «Lo absurdo de la comisión 12b-1 se mantiene: el uso de los activos del fondo para financiar las ventas y la actividad de distribución simplemente ha demostrado ser un desperdicio de dinero, que no proporciona beneficios para los inversores«. La aceptación de un fondo de inversión como un mero producto es solo un paso más para que el mensaje de marketing supere las responsabilidades del fideicomiso. Los inversores son propietarios, no clientes.

En muchas ocasiones los inversores no leen la carta de declaración del fondo (proxy statement), y para Bogle es un completo error. Esta carta posee toda la información más relevante sobre la estrategia, comisiones, e ideas del fondo, y aunque esté escrito con una prosa ilegible, se debe de poner atención.

Ante la falta de popularidad de los fondos indexados, Bogle comenta: «Sé que los fondos indexados son aburridos. No son sexy; sus gerentes no aparecen en los noticieros, si es que nunca son idiotas, rara vez son genios; no ‘baten al mercado’ … es irónico que solo en los últimos años los fondos indexados hayan recibido la atención que merecen«.

Parte V. En espíritu.

En esta última parte, Bogle relata su camino hacia la creación de Vanguard Group (lo nombra por primera vez de manera directa) en tres partes. En la primera relata su experiencia como emprendedor en sus inicios. La segunda, sobre liderazgo, como incluyo a toda la plantilla en un mismo barco y navegando en la misma dirección. Actualmente Vanguard lo forman 8.000 trabajadores. Y finalmente, en los seres humanos, donde muchos trabajadores que han pasado por Vanguard alaban su labor como director y fundador. Bogle ha dejado huella en Wall Street, The Bogleheads es como se les conocen a los inversores que siguen su doctrina.


LECTURA 1. 22 Marzo 2019. Edition: Wiley. Edición 10 aniversario.
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DOMINANDO EL CICLO DEL MERCADO – HOWARD MARKS

Mastering the Market Cycle: Getting the Odds on Your Side (2018) es el tercer libro del inversor estadounidense Howard Marks (1946-). Howard trabajó para Citibank y posteriormente para TWC, para más tarde, en 1995, fundar Oaktree Capital Management, uno de los mayores gestores de activos establecido en California.

Si por algo es conocido Howard Marks es por sus «Oaktree memos«. Estos son e-mails enviados desde 1990 a los clientes de Oaktree donde Marks detalla estrategias de inversión y su visión de la economía. «Cuando veo memos de Howard Marks en mi correo, son lo primero que abro y leo.» Warren Buffett.

Una filosofía de inversión ganadora para Marks se puede lograr mediante la combinación de ciertos elementos esenciales: una formación técnica en contabilidad, finanzas y economía; una visión de cómo funcionan los mercados, algunas de estas visiones iniciales provendrán de lo que se lea, por lo que la lectura es un componente esencial; intercambiar ideas con otros inversores es una fuente inestimable de crecimiento; y finalmente, no hay substituto para la experiencia.

«En la inversión, no hay nada que funcione siempre, ya que el entorno siempre está cambiando, y los esfuerzos de los inversores por responder al entorno hacen que siga cambiando. … De calibraciones del portafolio es de lo que trata principalmente este libro«.

El libro abarca tres cuestiones: saber más sobre fundamentos de las industrias, empresas y valores; ser disciplinado; y entender el entorno de inversión para posicionar la cartera de valores. Pero principalmente, el inversor superior está atento a los ciclos. Marks recalca que los ciclos son inevitables, se autocorrigen (a menudo son vistos como menos simétricos de lo que son) y en la mayoría de ocasiones la influencia de los ciclos se ve aumentada por la incapacidad de los inversores de recordar el pasado.

Las probabilidades de éxito cambian a medida que cambia nuestra posición en los ciclos. Si no cambiamos nuestra postura de inversión a medida que cambian estas cosas, estamos siendo pasivos con respecto a los ciclos; en otras palabras, estamos ignorando la posibilidad de inclinar las probabilidades a nuestro favor. Pero si tenemos en cuenta los ciclos, según Marks, podemos aumentar las probabilidades de éxito y colocar nuestra inversión de manera más agresiva cuando las probabilidades están a nuestro favor, y apaciguar la inversión cuando las probabilidades están en nuestra contra.

En el largo plazo (décadas), los ciclos tienden a tener una tendencia positiva al crecimiento (al igual que las economías, los beneficios de las empresas…). Esto puede ser entendido mediante dos variables: productividad y demografía. A su vez, los cambios en ambas variables pueden ser explicados por: movimientos demográficos, participación de la fuerza laboral, educación, tecnología (incluyendo automatización) y la globalización. Pero es en el corto plazo (de año en año), cuando los ciclos fluctúan con tendencias positivas y negativas (forma de ola). En este corto plazo, los ciclos son más peligrosos cuando estos están fluctuando lejos de la linea de tendencia, es decir, en lo que Marks llama extremos.

Los eventos que dan forma al ciclo no deben ser vistos simplemente como una consecución de eventos sin relación, sino más bien como cada uno causa e influencia el próximo evento y su correspondiente fluctuación. Es importante destacar que los ciclos ocurren en multitud de áreas, los eventos cíclicos en un área influyen sobre los ciclos de otras áreas. Más concretamente, los eventos cíclicos están influenciados por desarrollos endógenos ((eventos cíclicos que los preceden) y (variación en decisiones tomadas por unidades económicas: más inversión o menos ahorro, producción…)), así como desarrollos exógenos ((eventos que ocurren en otras áreas) y (eventos que no son estrictamente económicos: guerras, desastres naturales…)).

Las desviaciones más importantes de la tendencia general (y su respectiva variación en el tiempo, velocidad y extensión de esas desviaciones) se producen en gran medida por las fluctuaciones en la psicología, en el proceso de toma de decisiones y las emociones, de los inversores y del público en general. Los ciclos no derivan completamente de la operación de procesos mecánicos, científicos o físicos. Si así fuera, serían mucho más predecibles, pero mucho menos potencialmente rentables. Las mayores ganancias provienen de ver las cosas mejor que otros, y por ende, si los ciclos fueran totalmente percibibles, no habría tal superioridad en entenderlos. El esfuerzo por explicar los eventos de un ciclo a través del reconocimiento de patrones (y/o fórmulas) es complicado, en gran parte, porque vivimos en un mundo asediado por la aleatoriedad y en el que las personas no se comportan igual de una instancia a otra.

Las instituciones (gobiernos y bancos centrales) pueden marcar la transcendencia del ciclo con sus políticas, por ejemplo, cambios en la política fiscal y mediante la impresión de más moneda creando inflación. Los bancos centrales tienen como objetivo garantizar una estabilidad de la inflación a la vez que estimular el crecimiento económico (empleo). Ambos objetivos son mutuamente opuestos y necesitan de un delicado acto de equilibrio. La economía es cíclica, por lo que el banco central debe actuar contracíclicamente. Por su parte, los gobiernos también actúan de garantes en situaciones cíclicas que han llegado al extremo, como por ejemplo incrementos del gasto público para reactivar la producción y corregir la tendencia. Marks añade más dificultad a la cuestión, afirmando que la percepción del inversor sobre los ciclos es limitada e incierta, al igual que lo es para un banco central y para un gobierno. Con el anterior comentario, se enfatiza que el inversor debe prestar atención a los posibles acciones que un banco central y/o gobierno pueda llevar a cabo.

Marks se pregunta cual es la causa para que el ciclo de beneficios empresariales difieran del ciclo económico. La causa recae sobre el PIB, y más detalladamente sobre las ventas. Un incremento del PIB recae sobre el consumo, y por ende, sobre una fuerte demanda de bienes. Las ventas responden al ciclo económico en algunas industrias, pero no en todas. En gran parte debido a las diferencias en el apalancamiento operativo y financiero, un determinado cambio porcentual sobre las ventas tiene un impacto mucho mayor en las beneficios para algunas empresas que para otras. Por ejemplo, los beneficios empresariales de industrias enfocadas a materias primas y bienes duraderos (casas, automóviles…) tienen una correlación positiva con el ciclo económico. En cambio, industrias de bienes de primera necesidad y servicios diarios (un corte de pelo, transporte, periódicos…) no comparten dicha correlación.

El ciclo es explicado por Marks como un péndulo. El péndulo siempre tiende a retroceder hacia el punto medio, pero, como en la mayoría de los ciclos económicos, por lo general se sobrepasa y continúa hacia el extremo opuesto de donde vino. Los mercados de inversión tienen el mismo swing pendular; entre la euforia y la depresión, entre ser sobrevalorado e infravaluado… En ocasiones los mercados se han desviado más de un 20% del punto medio del ciclo (burbujas como las dotcom). Las fluctuaciones del mercado de esta magnitud no se explican por el cambio de fortuna de las empresas, industrias o economías. Son en gran parte atribuibles a los cambios de humor de los inversores, entre la codicia y el miedo. A veces las personas se sienten positivas y esperan cosas buenas, y cuando ese es el caso, se vuelven codiciosas y se obcecan en ganar dinero. Su codicia hace que compitan para hacer inversiones, y su oferta hace que los mercados suban y los activos se aprecien. Pero otras veces, se sienten menos bien y sus expectativas se vuelven negativas. En este caso, el miedo hace presencia. En lugar de entusiasmarse por ganar dinero y no perder oportunidades, se preocupan de no perderlo. Esto hace que no compren pero si vendan, lo que hace que los precios disminuyan. El inversor superior debe balancearse entre el miedo y la codicia. Marks comenta que la gran mayoría de inversores altamente superiores que él conoce no tienen emociones por naturaleza. Marks cree que su naturaleza no emocional es uno de los grandes contribuyentes a su éxito.

Dado que la inversión consiste en tratar con el futuro, pero el futuro no es incierto, es de ahí donde proviene el riesgo al invertir. Dado que el riesgo es la fuente principal del desafío en la inversión, la capacidad de entender, evaluar y manejar el riesgo es la marca de distinción del inversor superior. Una de las leyes universales de las finanzas establece que un activo que produce grandes rendimientos, por definición, debe ser un activo con riesgo. En otras palabras, las inversiones que parecen con más riesgo tienen que prometer rendimientos más altos, o de lo contrario nadie las tomaría como inversión. Los inversores pueden ser clasificados (aversos, neutrales, tolerantes) según el nivel de riesgo que desean tomar. Si las actitudes de los inversores hacia el riesgo cambian, al hacerlo alterarán el entorno de inversión. Marks comenta que el riesgo es alto cuando los inversores sienten que el riesgo es bajo; y la compensación sobre el riesgo está al mínimo justo cuando el riesgo es máximo. Cuando los inversores en general son demasiado tolerantes al riesgo, los precios de los activos pueden tener más riesgo que rentabilidad devuelven. Cuando los inversores son demasiado aversos al riesgo, los precios pueden ofrecer más rentabilidad que riesgo. Marks cita unas palabras de Buffett: «Cuando otros no se preocupan por el riesgo y no aplican cautela, como dice Buffett, debemos volvernos más cautelosos. Pero también debe decirse que cuando otros inversores están en pánico y deprimidos, y no puedan imaginar las condiciones bajo las cuales valdría la pena correr el riesgo, es aquí cuando deberíamos volvernos agresivos «.

Los cambios en la disponibilidad de capital o crédito constituyen una de las influencias más fundamentales en las economías, las empresas y los mercados. ¿Y por qué el crédito? El crédito es un ingrediente esencial en el proceso productivo. La capacidad de crecimiento de las empresas depende de los incrementos de capital (crédito). En segundo lugar, el capital debe estar disponible para que la deuda con vencimiento sea refinanciada. Las empresas generalmente no pagan sus deudas. La mayoría de las veces simplemente las vuelven a refinanciar (siguen rodando). Pero si una empresa no puede emitir nueva deuda en el momento en que su deuda existente vence, esta puede ser forzada a la bancarrota. El inversor debe tener en mente todo lo que rodea al crédito. En ocasiones, los prestamistas financian proyectos que no son dignos de ser financiados. Marks cita a The Economist, «los peores préstamos se realizan en los mejores momentos«. El ciclo de crédito para Marks es el siguiente: en un periodo de prosperidad, los proveedores de crédito aumentan su base de capital. Porque las malas noticias son escasas, los riesgos que conlleva el préstamo y la inversión parecen haberse reducido. La aversión al riesgo desaparece y las instituciones financieras se mueven para expandir su negocio (proporcionando más capital). Compiten por obtener más cuota de mercado reduciendo los tipos de interés, los estándares crediticios… Cuando se llega al pico del ciclo, y como consecuencia de las malas decisiones al otorgar créditos, las pérdidas causan que los prestamistas se desanimen. Los niveles de riesgo aumentan y con ello las tasas de interés. Se pone a disposición menos capital, las empresas se ahogan sin ese capital y no pueden refinanciar sus deudas. Quiebran, «una vez más, el dinero fácil ha llevado a la destrucción de capital«. Este proceso contribuye y refuerza la contracción económica. El grado de apertura de la ventana de crédito depende de si los prestamistas están ansiosos o reticentes, y esto tiene un profundo impacto en las economías y empresas. 

La industria inmobiliaria está sujeta a altibajos cíclicos como todas las demás. Pero los ciclos inmobiliarios pueden ser amplificados por diversos factores especiales: el tiempo que transcurre entre la concepción y la disponibilidad para la venta, el apalancamiento financiero extremadamente alto, y el hecho de que la oferta generalmente es demasiado inflexible para ser ajustada a medida que la demanda fluctúa (a un constructor inmobiliario le resulta mucho más difícil reducir las premisas que tiene en oferta si la demanda se queda corta).

Un gran número de elementos intervienen en la toma de decisiones de inversión, llegando a decisiones puramente económicas:

  • La forma en que los inversores fluctúan en lugar de mantener firmemente el pensamiento racional y las decisiones racionales.
  • La tendencia de los inversores a tener opiniones distorsionadas de lo que está pasando, involucrándose en la percepción selectiva y la interpretación sesgada.
  • A los expertos les gusta el sesgo de confirmación, que hace que las personas acepten pruebas que confirmen su tesis y rechacen las que no, y la tendencia hacia la utilidad no lineal, que hace que la mayoría de las personas valore un dólar perdido más que un dólar.
  • La credulidad que hace que los inversores se traguen grandes historias de ganancias potenciales en los buenos tiempos, y el escepticismo excesivo que les hace rechazar toda posibilidad de ganancias en los malos tiempos.
  • La naturaleza fluctuante de la tolerancia al riesgo y la aversión al riesgo de los inversores, y de las irracionales demandas de prima de riesgo compensatorias.
  • El comportamiento de la manada que resulta de la presión para caer en línea con lo que otros están haciendo, y como resultado la dificultad de mantener posiciones no conformistas.
  • La extrema incomodidad que proviene de ver a otros ganar dinero haciendo algo que has rechazado.
  • La tendencia de los inversores que se han resistido a una burbuja al final sucumben a la presión, tiran la toalla y compran.
  • La tendencia correspondiente a renunciar a inversiones que son impopulares y no famosas, sin importar cuán intelectualmente suenen.
  • El hecho de que la inversión tiene que ver con el dinero, que introduce elementos poderosos como la codicia de más, la envidia del dinero que otros están ganando y el temor a la pérdida.

Las tres etapas de un mercado alcista (obviamente, se siguen las mismas etapas en un mercado bajista):

  1. Primera etapa: cuando solo unas pocas personas inusualmente perceptivas creen que las cosas mejorarán.
  2. Segunda etapa: cuando la mayoría de los inversores se dan cuenta de que la mejora se está produciendo.
  3. Tercera etapa: cuando todos concluyan que las cosas mejorarán para siempre.

«Lo que el hombre sabio hace al principio, el tonto lo hace al final«. Marks vuelve a comentar otra cita de Buffett: «Primero el innovador, luego el imitador, luego el idiota«.

A los inversores les duele el dinero que otros ganan y que ellos se hayan perdido la oportunidad, y temen que la tendencia (y el dolor) continúe. Llegan a la conclusión de que unirse a la manada detendrá el dolor, por lo que se rinden. Finalmente, compran sobrevaluado el activo cuando está en aumento y lo venden después de que haya sufrido una fuerte caída. Del mismo modo, en las burbujas, los inversores a menudo tienden a pensar que se puede ganar dinero prestando dinero para comprar activos de la burbuja. No importa cuál sea la tasa de interés del préstamo, el activo seguramente se apreciará a una tasa superior a esa. Claramente este es otro ejemplo de la suspensión de la incredulidad analítica. ‘Ningún precio demasiado alto’ es el ingrediente principal de una burbuja. Lo más importante a tener en cuenta es que la máxima psicología, la máxima disponibilidad de crédito, el precio máximo, mínimos rendimientos potenciales y el riesgo máximo se alcanzan al mismo tiempo, y por lo general estos extremos coinciden con el último paroxismo de compra.

Los gráficos anteriores analizan la relación entre el nivel de ciclo y los rendimientos potenciales que se pueden obtener al invertir. Cuando nos encontramos en la tendencia media del ciclo, primer gráfico, la distribución de rentabilidad esta alrededor del punto medio, o 0. Cuando estamos en el punto álgido del ciclo, segundo gráfico, la distribución de rentabilidad se desplaza a la izquierda del punto medio. Y cuando estamos en el punto más bajo del ciclo, tercer gráfico, la distribución de rentabilidad se desplaza a la derecha. Esto quiere decir que cuando estamos en el punto álgido del ciclo, nuestra posibilidad de rentabilidad positiva al invertir es estadísticamente muy baja. En cambio, si invertimos en el punto bajo del ciclo, la campana que forma la distribución normal se ha desplazado a la derecha del punto medio, o 0, determinando mayor probabilidad de rentabilidad positiva en una inversión.

La cuestión reside en saber determinar el momento en el que nos encontramos en el ciclo. Lo primero es prestar atencion a métricas de valoración, tales como ratios, rendimientos de bonos, ratios de capitalización… Lo segundo reside en darnos cuenta de cómo se están comportando los inversores. Y otra vez Marks vuelve a citar al oráculo de Omaha, Warren Buffett: «Cuanto menos prudencia con que otros dirigen sus asuntos, mayor es la prudencia con la que debemos dirigir nuestros propios asuntos«. Cuando otros están eufóricos, debemos estar aterrorizados. Y cuando otros están aterrorizados, debemos volvernos agresivos.

¿Cuándo debe uno comenzar a comprar? Esta es la pregunta que se hace Marks, y la responde de la siguiente manera. Cuando un mercado está cayendo en cascada, a menudo se puede escuchar a los inversores, no vamos a tratar de atrapar un cuchillo que cae. En otras palabras, la tendencia es a la baja y no hay forma de saber cuándo se detendrá, entonces ¿por qué debemos comprar antes de estar seguros de que ha tocado fondo? Lo que realmente están diciendo es que tienen miedo, van a esperar hasta que se haya tocado fondo, el polvo se haya asentado y la incertidumbre se haya resuelto. Pero cuando el polvo se haya asentado y los nervios de los inversores se hayan estabilizado, las ofertas ya habrán desaparecido. Es importante tener en cuenta que salir del mercado después de una caída, y por lo tanto no participar en un repunte cíclico, es realmente pecado capital en la inversión.

«Hay tres ingredientes para el éxito: agresividad, tiempo y habilidad; y si tienes suficiente agresividad en el momento adecuado, no necesitas tanta habilidad.» El mejor inversor es aquel que no es habitualmente agresivo ni habitualmente defensivo, pero que posee habilidad tanto para posicionarse en el ciclo como para seleccionar activos, ajusta correctamente la exposición del mercado en el momento adecuado y tiene el rendimiento asimétrico que proviene de una proporción mejor que la media de ganadores a perdedores.

La tendencia de la gente a ir en exceso nunca terminará. Las economías y los mercados nunca se han movido en línea recta en el pasado, y tampoco lo harán en el futuro. Eso significa que los inversores con la capacidad de entender los ciclos encontrarán oportunidades para obtener ganancias.


24 Feb 2019. Editorial: Nicholas Brealey Publishing.

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EL INVERSOR INTELIGENTE – BENJAMIN GRAHAM

The inteligent investor (1949) junto con Security Analysis (1934) son las dos grandes obras literaria-financieras de Benjamin Graham, conocido como The Dean of Wall Street. Nació en Londres en 1894 pero a la edad de un año se mudó a Nueva York donde fue profesor de la Columbia University, autor de diferentes obras, e inversor y analista. Es considerado el padre de la inversión en valor (Value Investing). Cabe destacar que fue el principal mentor de Warren Buffett.

En este libro Graham no cuenta como batir al mercado, pero enseña tres lecciones:

  1. Como puedes minimizar la probabilidad de sufrir irreversibles pérdidas.
  2. Como puedes maximizar las posibilidades de lograr ganancias sostenibles.
  3. Como puedes controlar el comportamiento autodestructivo que evita que la mayoría de los inversores alcancen su máximo potencial.

Los cinco principios de Graham puden definirse como:

  • Una acción es la participación en un negocio, con un valor subyacente que no depende del precio de la acción.
  • El mercado es como un péndulo que se columpia sobre un optimismo insostenible y un injustificado pesimismo. El inversor inteligente es aquel que vende a los optimistas y compra a los pesimistas.
  • El valor futuro de una inversión es una función de su precio presente. A mayor precio que se pague, menor será la rentabilidad obtenida.
  • No importa lo cuidadoso que se sea, el riesgo que ningún inversor puede eliminar es el de estar equivocado.
  • El secreto de tu éxito financiero reside dentro de ti.

Santayana: «Quienes no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo«.

1. Inversión versus especulación: resultados esperados por el inversor inteligente.

Graham diferencia entre dos tipos de inversores: el defensivo (o pasivo) que pone su énfasis en evitar graves errores o perdidas, y el emprendedor (o activo, o agresivo) que dedica tiempo  y cuidado a seleccionar los valores más atractivos. Según Graham, en el largo plazo un inversor agresivo puede esperar mejores rendimientos debido a sus habilidades y esfuerzo extra.

El principal problema del inversor, y su peor enemigo, es el mismo. Si bien el entusiasmo puede ser necesario para grandes logros, en otros lugares como en Wall Street casi siempre lleva al desastre.

Para Graham es muy importante diferenciar entre lo que hace un inversor y lo que hace un especulador. Una operación de inversión es aquella que, a través del análisis, promete la seguridad del capital y un rendimiento adecuado. Las operaciones que no cumplan con estos requisitos son especulativas. Un especulador juega a que el precio de una acción subirá porque alguien estará dispuesto a pagar más por ella. El inversor juzga el precio de mercado establecido por los estándares de valor, en cambio, el especulador basa esos estándares en el precio de mercado. Cabe destacar que las personas que operan sobre margen (margin: tomar dinero prestado para la compra de acciones), son reconocidas de ipso facto por Graham como especuladoras.

Invertir según Graham consta de tres pasos:

  • Antes de comprar una acción, se debe analizar a fondo una empresa y la solidez de sus negocios subyacentes.
  • Se debe proteger deliberadamente contra posibles pérdidas graves.
  • Se debe aspirar a un rendimiento «adecuado», no extraordinario.

¿Cuántos inversionistas agresivos podrían contar con tener la perspicacia o el don profético para vencer a los analistas profesionales en su juego favorito de estimación de ganancias futuras a largo plazo? Para disfrutar de una oportunidad razonable de obtener resultados mejores que el promedio, el inversior debe seguir políticas que son intrínsecamente sólidas y prometedoras, y no son populares en Wall Street. Una acción puede estar devaluada respecto a su precio debido a la falta de interés o al prejuicio popular injustificado. Oscar Wilde bromeó diciendo que un cínico «sabe el precio de todo y el valor de nada».

Como Graham nunca deja de recordarnos, las acciones desempeñan bien o mal en el futuro porque las empresas detrás de ellas lo hacen bien o mal, nada más y nada menos. Además, dado que los beneficios que las empresas pueden obtener son finitos, el precio que los inversores deben estar dispuestos a pagar por las acciones también debe ser finito.

Para bien o para mal, el instinto de juego es parte de la naturaleza humana, por lo que es inútil para la mayoría de las personas el tratar de suprimirlo. Pero se debe confinarlo y frenarlo. Esa es la mejor manera de asegurarse de que nunca te engañarás y confundirás la especulación con la inversión.

2. El inversor y la inflación.

«Los precios al alza le permiten al Tío Sam pagar sus deudas con dólares que han sido abaratadas por la inflación«. Graham dice que un inversor puede protegerse del efecto inflación comprando acciones. Aparte de acciones, existen dos tipos de activos que pueden protegerte sobre la inflación. El primero son los REITs (Real Estate Investment Trusts), que son empresas que poseen y recaudan alquileres de inmuebles comerciales y residenciales. El segundo son los TIPS (Treasury Inflation-Protected Securities), bonos del gobierno de los EE.UU. que automáticamente aumentan su valor cuando la inflación crece.

3. Un siglo de historia del mercado de valores: el nivel de los precios de las acciones a principios de 1972.

El rendimiento del mercado de valores depende de tres factores:

  • El crecimiento real (el incremento de las ganancias y dividendos de las empresas).
  • El crecimiento inflacionario (el crecimiento general de los precios sobre la economía).
  • El crecimiento, o decrecimiento, especulativo (cualquier incremento o decrecimiento en el apetito de los inversores).

Graham sugiere que los inversores deben reducir sus esperanzas. En los mercados financieros, cuanto peor se prevé el futuro, es cuando mejor resulta ser. «Lo único de lo que puede estar seguro al pronosticar futuros retornos de acciones es que probablemente estará equivocado. La única verdad indiscutible que el pasado nos enseña es que el futuro siempre nos sorprenderá, siempre«.

4. Política general de cartera para el inversor defensivo.

Para este perfil inversor, Graham aconseja que su cartera esté compuesta entre un mínimo del 25% y un máximo del 75% de bonos o liquidez. La cartera se deberá reajustar aproximadamente cada 6 meses.

«El efectivo no es basura (Cash is not trash)«. El inversor inteligente debe considerar la posibilidad de retirarse del mercado bursátil cuando este ofrezca escasos rendimientos a algunas de las alternativas en liquidez, como los Valores del Tesoro.

5. El inversor defensivo y las acciones ordinarias.

Graham basa la selección de acciones para la cartera del inversor defensivo como una cuestión relativamente simple. Giran entorno a cuatro puntos.

  • Diversificación: tener en cartera un mínimo de 10 acciones y como máximo de 30.
  • Cada empresa debe ser grande, destacada y financiada de manera conservadora.
  • Cada empresa debe tener un largo historial de pago de dividendos.
  • El precio máximo que se pague por acción debe ser limitado al ratio de ganancias promedio en los últimos siete años. El limite del precio deberá ser como máximo 25 veces las ganancias promedio.

Finalmente, Graham comenta que el tipo de acciones que se comprarán y la tasa de rendimiento que se buscará no dependen de los recursos financieros del inversor sino de su equipo financiero en términos de conocimiento, experiencia y temperamento.

«Debes comprar lo que conoces (You should buy what you know)«. La regla de Peter Lynch (Fidelity Magellan) dice así: puedes superar a los expertos si usa su ventaja invirtiendo en compañías o industrias que ya entiende. Encontrar a la compañía en la que invertir es solo el primer paso, el siguiente paso es investigarla. Nadie debe invertir en una empresa, sin importar cuán grandes sean sus productos, sin estudiar sus estados financieros y estimar su valor comercial.

Finalmente, Graham recomienda al inversor defensivo poner su cartera de acciones en modo piloto automático. De esta manera, evitará invertir dinero en el mercado justo cuando parece más atractivo o se negará a comprar más acciones después de un desplome del mercado que ha hecho que la inversión sea realmente más barata.

6. Política general de cartera para el inversor agresivo: enfoque negativo.

El inversor agresivo debe comenzar como el inversor defensivo, manteniendo una cartera entre bonos y acciones.

Graham realiza la siguiente cita teniendo los bonos basura en mente: «comprar un bono solo por su rendimiento es como casarse solo por el sexo«. Todo dicho.

También comenta que mantener un bono solo durante unas horas es una de las mejores armas jamás inventada para cometer un suicidio financiero. «Algunas de tus operaciones pueden hacer dinero, la mayoría de tus operaciones perderán dinero, pero tu broker siempre hará dinero«. Un inversor a largo plazo es el único tipo de inversor que existe.

En referencia a las IPOs, cuando una acción/empresa pasa a estar en boca del público, la valuación se convierte de repente en un concurso de popularidad, el precio de una acción parece más importante que el valor del negocio.

7. Política general de cartera para el inversor agresivo: el lado positivo.

El enfoque de crecimiento de las acciones es la búsqueda de empresas que en el pasado han sido mejores que la media y que se espera en un futuro que lo sigan siendo. Existen dos trampas. La primera, empresas con buenos rendimientos en el pasado normalmente tienen precios altos. La segunda, el juicio sobre el futuro de la empresa puede estar equivocado; un alto crecimiento a lo largo del tiempo no puede ser para siempre.

Dos enfoques a tener en cuenta a la hora de invertir.

  1. Que sea una gran empresa relativamente impopular. El hábito del mercado es sobrevaluar acciones que han mostrado un excelente crecimiento o son atractivas por alguna otra razón; por lo que es lógico esperar que subvalore (relativamente, al menos) a las empresas que están mostrando insatisfactorios resultados de carácter temporal.
  2. Compra de acciones «ganga». Graham define una acción ganga como una que, en base a los hechos establecidos por el análisis, parece valer mucho más de por lo que se está vendiendo. El valor es al menos un 50% más que el precio de mercado. «Una gran empresa no es una gran inversión si paga demasiado por sus acciones.«

8. El inversor y las fluctuaciones del mercado.

Un estudio más detallado de las cifras indica que la calidad de los resultados mostrados por la teoría de Dow cambió radicalmente después de 1938, algunos años después de que la teoría hubiese comenzado a tomarse en serio en Wall Street. Desde el punto de vista de Graham, el impacto en los resultados de la teoría de Dow no es accidental. Estas fórmulas que ganan adeptos e importancia lo hacen porque han funcionado bien durante un período o, a veces, simplemente porque se han adaptado de manera plausiva al registro estadístico del pasado. Pero a medida que aumenta su aceptación, su realidad tiende a disminuir. Esto sucede por dos razones: primero, el paso del tiempo trae nuevas condiciones donde las fórmulas anteriores ya no encajan. En segundo lugar, en el mercado de valores, la popularidad de una teoría tiene una influencia en el comportamiento del mercado restándole a largo plazo sus posibilidades de obtener ganancias.

La moraleja de Graham sobre las fluctuaciones del mercado y las fórmulas/teorías dice que cualquier método para hacer dinero en el mercado de valores que pueda ser descrito y seguido fácilmente por mucha gente tiene límite de caducidad.

Al final del capítulo comenta: «el desarrollo del mercado de valores en las últimas décadas ha hecho que el inversor dependa más del curso de las cotizaciones y sea menos libre que antes de considerarse meramente dueño de un negocio«.

El verdadero inversor casi nunca se ve obligado a vender sus acciones, y en cualquier otro momento es libre de ignorar el precio de cotización. Solo debe actuar en la medida en que un mercado bajista se adapte a los libros/reportes de la empresa, y nada más. De este modo, el inversor que se deja llevar por declinaciones injustificadas del mercado está transformando perversamente su ventaja en una desventaja. El principal interés del especulador radica en anticiparse y beneficiarse de las fluctuaciones del mercado. El interés principal del inversor radica en adquirir y mantener acciones adecuadas a unos precios adecuados.

9. Invertir en fondos de inversión.

Cuando se trata de invertir en fondos de inversión, Graham detalla las siguientes claves.

Cuanto mayor rentabilidad da un fondo, a más obstáculos se enfrentan sus inversores:

  • Movimiento de los gestores. Cuando un gestor de fondos parece tener el oráculo en su poder, todos lo quieren, incluidas los fondos rivales. Por lo tanto, cuando un gestor abandona el barco, otro gestor toma el mando; esto no asegura la continuidad de la estrategia que ha conseguido altas rentabilidades.
  • Elefantiasis (crecimiento) del activo. Cuando un fondo obtiene altos rendimientos, los inversores se dan cuenta de que a menudo suman cientos de millones de dólares en cuestión de semanas. Eso deja al gestor del fondo con pocas opciones, prácticamente todas malas. Puede mantener ese dinero seguro, pero luego, los bajos rendimientos en efectivo afectarán los resultados del fondo si las acciones siguen subiendo. Puede poner el dinero nuevo en las acciones que ya posee, que probablemente han subido desde que las compró por primera vez y se volverán peligrosamente sobrevaloradas. O puede comprar acciones nuevas que no le gustaban lo suficiente como para poseerlas, pero tendrá que investigarlas desde cero y vigilar a muchas más empresas de las que él está acostumbrado a seguir.
  • No más juegos de pies de lujo. Algunos fondos de inversión se especializan en «incubar» sus fondos, haciendo una prueba de manejo en privado antes de venderlos públicamente. El gestor puede usar estos fondos incubados como conejillos de indias para una estrategia de alto riesgo que funciona mejor con pequeñas sumas de dinero, como la compra de acciones verdaderamente pequeñas o el intercambio rápido de ofertas públicas iniciales. Si su estrategia tiene éxito, el fondo puede atraer a los inversores públicos en masa publicando sus rendimientos privados. En otros casos, el gestor del fondo «renuncia» a las comisiones de administración, lo que aumenta la rentabilidad neta, y luego aplica las comisiones una vez que las elevadas devoluciones atraen a muchos inversores públicos. Casi sin excepción, los rendimientos de los fondos incubados y exentos de pago se han desvanecido en la mediocridad después de que los inversores externos vertieran millones de dólares en ellos.
  • Gastos crecientes. Si a menudo cuesta más negociar acciones en bloques grandes que en pequeños, con menos compradores y vendedores es más difícil. Con unos gastos operativos promedio del 1.5% y los costes de negociación en torno al 2%, el fondo de inversión tiene que batir al mercado en 3.5 puntos porcentuales por año antes de costes.
  • Comportamiento de oveja. Una vez que un fondo tiene éxito, sus gestores tienden a volverse tímidos e imitativos. A medida que crece, sus tarifas se vuelven más lucrativas, lo que hace que sus gerentes sean reacios a sacudir el barco. Los mismos riesgos que los gerentes tomaron para generar sus altos rendimientos iniciales ahora podrían ahuyentar a los inversores y poner en peligro todas las comisiones. Así que los fondos más grandes se asemejan a un rebaño de ovejas idénticas y sobrealimentadas, todas moviéndose en un paso lento, todos diciendo «baaaa» al mismo tiempo. Poseen las mismas acciones y en la misma cantidad. Pero al proteger sus propios ingresos, las comisiones, los gestores de fondos comprometen su capacidad de producir rendimientos superiores para sus inversores externos.

Cuando sumas todas las posibles desventajas, la maravilla es que algún fondo supere al índice. Sin embargo, algunos lo hacen. Graham comenta las cualidades que tienen en común:

  • Sus gerentes son los mayores accionistas. El conflicto de intereses entre lo que es mejor para los gestores del fondo y lo que es mejor para sus inversores se mitiga cuando los gestores se encuentran con grandes participaciones en el fondo que gestionan.
  • Son baratos. Uno de los mitos más comunes en el negocio de los fondos es que «obtienes lo que pagas», ya que los altos rendimientos son la mejor justificación para comisiones más altas. Graham detecta dos problemas en este argumento. Primero, no es verdad. Décadas de investigación han demostrado que los fondos con comisiones más altas obtienen rendimientos más bajos con el tiempo. En segundo lugar, los altos rendimientos son temporales, mientras que las altas comisiones son casi permanentes. Si se compra un fondo por su alto rendimiento, es posible que termine con una rentabilidad menor a la esperada, pero lo que es casi seguro es que las comisiones no disminuyan cuando lo hagan los rendimientos.
  • El atrevimiento de ser diferente. Antes de invertir en un fondo de acciones de EE. UU., compare las acciones que contiene en último informe del fondo con la lista del índice S&P 500, si se parecen a Tweedledee y Tweedledum (son muy dispares), se debe buscar e invertir en otro fondo.
  • Ellos disparan a la puerta. Los mejores fondos a menudo cierran las puertas a nuevos inversores, permitiendo que solo los accionistas existentes compren más. Eso detiene el frenesí de alimentación de los nuevos compradores que quieren acumularse en la parte superior y protege el fondo de los dolores de la elefantiasis. También es una señal de que los gestores no están poniendo sus propias carteras por delante de la tuya. Pero el cierre debe ocurrir antes, no después, de que el fondo explote en tamaño.
  • Ellos no se anuncian. Los mejores gestores de fondos a menudo se comportan como si no quisieran tu dinero. No aparecen constantemente en la televisión financiera o se anuncian alardeando de sus rentabilidades.

La mayoría de inversores en fondos miran la rentabilidad pasada primero, la reputación del gestor, luego el riesgo del fondo, y finalmente (si acaso) a las comisiones del fondo. El inversor inteligente mira esas mismas cosas, pero en el orden opuesto.

10. El inversor y sus asesores.

Invertir es la única de las operaciones comerciales en la que casi siempre se recibe algún tipo de asesoramiento. Los inversores que estén preparados para pagar una comisión por la gestión de sus fondos pueden seleccionar sabiamente alguna firma de asesoría en inversiones bien establecida y recomendada. Alternativamente, pueden utilizar el departamento de inversiones de una gran empresa fiduciaria o el servicio de supervisión proporcionado por una de las principales casas de la Bolsa de Nueva York. Los resultados que pueden esperar no son en absoluto excepcionales, pero son proporcionales a los del inversor promedio bien informado y cauteloso.

11. Análisis de seguridad para el inversor laico: enfoque general.

El análisis de acciones (la estrategia Value Investing) propuesto por Graham conduce a una valoración del estado financiero de la empresa comparándolo con el precio actual de mercado para determinar si es una buena inversión.

Factores que afectan a la tasa de capitalización:

  • Perspectivas generales a largo plazo: comparando la relación precio/ganancias (price/earnings) de una empresa individual con el grupo de la industria.
  • Gerentes y directores: es justo suponer que una empresa extraordinariamente exitosa tiene una muy buena gestión.
  • Solidez financiera y estructura de capital: una empresa con mucha liquidez y ninguna deuda es claramente una mejor inversión (al mismo precio) que otra con las mismas ganancias por acción pero con grandes préstamos bancarios.
  • Registro de dividendos: una de las mejores comprobaciones a las que se debe prestar atención a la hora de analizar una empresa es el registro ininterrumpido de pagos de dividendos donde se remonte a muchos años atrás.
  • Tasa de dividendo actual: el último factor es más difícil de comprobar. La mayoría de empresas siguen una política de dividendos estándar (distribución de aproximadamente dos tercios de sus ganancias). El problema de una política de dividendos estándar es tratada mas profundamente en el capitulo 19.

La famosa fórmula propuesta por Graham para valorar el crecimiento de una acción es la siguiente:

V = EPS x (8.5 + 2g)

Donde V es el valor intrínseco, EPS es el EPS final de 12 meses, 8.5 es el índice de P/E (ganancias por acción) de una acción con un crecimiento del 0% y g es la tasa de crecimiento para los próximos 7-10 años.

12. Cosas a considerar sobre las ganancias por acción.

El primer consejo de Graham es: «no tomes en serio las ganancias de un solo año«.

Las ganancias pro forma permiten a las empresas mostrar ganancias que excluyen ciertos costes que una empresa cree que dan como resultado una imagen distorsionada de su verdadera rentabilidad. Para un inversor inteligente, Graham propone que estas ganancias pro forma deben ser ignoradas.

Los gastos de capital son una buena herramienta para que los gerentes hagan que un buen negocio crezca más y mejor. Pero las reglas contables maleables permiten a los gerentes inflar las ganancias reportadas al transformar los gastos operativos normales en activos de capital. El inversor inteligente debe asegurarse de entender el qué y el por qué una empresa capitaliza.

Finalmente Graham recomienda tres puntos que ayudarán a un inversor a evitar comprar una acción que resulte ser una bomba a punto de explotar.

  • Leer al revés: cuando investigas los informes financieros de una empresa, se debe comenzar a leer por la última página. Todo lo que la compañía no quiere que encuentres está enterrado en la parte posterior y es precisamente donde se tiene que mirar primero.
  • Leer las notas a pie de página o apéndices: generalmente se usan para describir la política contable empleada pero en ocasiones se puede obtener información de si una empresa ha alterado sus prácticas contables. Otro paso es el de comparar los pie de páginas con los del reporte de otra empresa de la competencia; de esta manera se puede comprobar como de agresivos son los informes contables de la empresa.
  • Leer más: es la única manera de minimizar las probabilidades de ser engañado por un estado de ganancias sospechoso.

13. Una comparación de cuatro empresas.

En este capítulo, Graham explica alguno de manera práctica como seguir una estrategia Value Investing. En resumen, la empresa debe tener un tamaño adecuado, una condición financiera suficientemente sólida, dividendos continuados al menos durante los últimos 20 años, sin pérdidas en los últimos 10 años, un crecimiento a diez años de al menos un tercio en ganancias por acción, un precio de las acciones no más de 1.5 veces el valor del activo neto y un precio inferior a 15 veces el ingreso promedio de los últimos tres años.

14. Selección de acciones para el inversor defensivo.

El inversor defensivo que siga los consejos de Graham deberá formar su cartera con bonos de alta calificación más una lista diversificada de acciones líderes. Las acciones deben cumplir estos ratios.

  • Tamaño adecuado de la empresa: la recomendación de Graham es excluir empresas pequeñas las cuales pueden estar sujetas vicisitudes (cambios) superiores a la media. El mínimo sería de 100 millones de dólares en ventas anuales.
  • Condición financiera suficientemente fuerte: para las empresas industriales, los activos deben ser al menos dos veces los pasivos, lo que sería un ratio 2:1.
  • Estabilidad de ganancias: ganancias para las acciones en cada uno de los últimos diez años.
  • Registro de dividendos: pagos no interrumpidos por al menos los últimos 20 años.
  • Crecimiento de ganancias: un aumento mínimo de al menos un tercio en las ganancias por acción en los últimos diez años utilizando un promedio de tres años al principio y al final.
  • Relación precio/ganancias moderada: el precio pagado por la acción no debe ser más de 15 veces el ingreso promedio de los últimos tres años.
  • Proporción moderada de precio a activos: el precio actual no debe ser más de 1.5 veces el valor contable del último informe. Como regla general, sugiere que el producto del multiplicador multiplicado por la relación precio / valor contable no debe exceder 22.5.

15. Selección de acciones para el inversor agresivo.

Complementariamente al análisis del capítulo 14, Graham da las claves del método Graham-Newman.

  • Arbitrajes: la compra de un valor y la venta simultánea de uno o más valores en los que se intercambiaría en virtud de un plan o reorganización, fusión o similar.
  • Liquidaciones: compra de acciones que deben recibir uno o más pagos en efectivo en liquidación de los activos de la compañía.
  • Coberturas relacionadas: la compra de bonos convertibles o acciones preferentes convertibles, y la venta simultánea de las acciones ordinarias en las que eran inconvertibles.
  • Emisiones de activos netos corrientes: la idea aquí es adquirir tantas acciones como sea posible a un coste por cada una menor que su valor en libros en términos de activos netos-corrientes. Graham declara que sus compras se basaban en dos tercios o menos del valor del activo.

Graham abre la puerta de las empresas secundarias al inversor agresivo: «que están haciendo una buena actuación, tienen un historial pasado satisfactorio, pero parecen no tener ningún encanto para el público«. Ahora Graham aplica otros criterios diferentes a los que aplicó al inverso defensivo.

  • Condición financiera: activos al menos 1,5 veces pasivos, y deuda no más del 110% de los activos corrientes netos.
  • Estabilidad de ganancias: sin déficit en los últimos cinco años.
  • Registro de dividendos: algunos dividendos.
  • Crecimiento de ganancias: las ganancias del año pasado son más que las de 1966. Debe haber un incremento en las ganancias.
  • Precio: menos del 120% de los activos tangibles netos.

Graham destaca que el ratio de las ganancias por acción (EPS) se ha distorsionado en los últimos años por factores como las subvenciones con opción de compra de acciones, y las ganancias y cargos contables. Para ver cuánto está ganando realmente una empresa con el capital que invierte en su negocio, se debe olvidar el EPS y mirar el ratio del retorno del capital invertido (ROIC). El ratio ROIC tiene la virtud de mostrar, después de todos los gastos legítimos, lo que la empresa gana de sus negocios operativos y la eficiencia con la que se ha utilizado el dinero de los accionistas para generar esa rentabilidad. Un ROIC de al menos un 10% es atractivo; incluso el 6% puede ser tentador si la compañía tiene buenos nombres de marca y bajo una buena administración.

ROIC = ganancias del propietario / capital invertido.
Las ganancias del propietario son iguales a: utilidad operativa + depreciación + amortización del fondo de comercio – impuesto federal sobre la renta – coste de las opciones sobre acciones – gastos de capital de «mantenimiento» – cualquier ingreso generado por tasas de rendimiento insostenibles en los fondos de inversión. Y donde el capital invertido es igual a: activos totales – efectivo – cambios contables pasados que redujeron el capital invertido.

16. Cuestiones sobre garantías y convertibles.

Los bonos convertibles y las acciones preferentes han adquirido una importancia predominante en las últimas décadas. Parecen una interesante inversión, pero hay que tener en cuenta que a cambio del privilegio de conversación, el inversor generalmente entrega calidad o rendimiento de la inversión, o ambos.

La conclusión que se puede extraer no es que las opciones convertibles sean en sí mismas menos deseables que las opciones no convertibles. En igualdad de condiciones, lo contrario es cierto. Pero se ve claramente que no son iguales en la práctica y que el privilegio de conversión a menudo revela una ausencia de calidad en la inversión.

Aunque los bonos convertibles se llaman «bonos», se comportan como acciones, funcionan como opciones (options) y están ocultos en la oscuridad. Si se posee una opción convertible, digamos un bono convertible, también se posee una opción (option): puede mantener el bono y continuar ganando intereses sobre él o puede canjearlo por acciones de la compañía emisora a un índice predeterminado. Debido a que son canjeables por acciones, los convertibles pagan tasas de interés más bajas que la mayoría de los bonos comparables. Por otro lado, si el precio de las acciones de una empresa se dispara, un bono convertible canjeable en esa acción se desempeñará mucho mejor que un bono convencional. (A la inversa, el típico convertible, con su tasa de interés más baja, se desempeñará peor en un mercado de bonos a la baja).

Más ingresos, menos riesgo que las acciones. No es de extrañar que los vendedores de Wall Street describan a menudo las opciones convertibles como una inversión «lo mejor de ambos mundos». Pero Graham destaca que el inversor inteligente se dará cuenta rápidamente de que las opciones convertibles ofrecen menos ingresos y más riesgos que la mayoría de los otros bonos. Por lo tanto, con la misma lógica y con la misma justicia, podrían llamarse una inversión «peor de ambos mundos». «Usted podría llamar a los bonos convertibles como ‘acciones para gallinas’«.

17. Cuatro casos extremadamente instructivos.

Graham mediante cuatro casos prácticos destaca cuatro extremos a los que hay que tener en mente a la hora de invertir. Un «gigante tambaleante» caro, un conglomerado de construcción de imperios, una fusión en la que una pequeña empresa adquirió una grande y una oferta pública inicial de acciones en una compañía básicamente sin valor.

18. Una comparación de ocho pares de empresas.

En este capitulo, Graham a modo de poner algunos ejemplos sobre la mesa y recordar todo lo mencionado hasta el momento en su libro, selecciona ocho pares de empresas donde de una manera concreta profundiza en la estructura financiera, políticas, desempeño y vicisitudes de las empresas corporativas, y de la inversión y las actitudes especulativas encontradas en la escena financiera en los últimos años.

¿Qué se aprende de estos ejemplos? El mercado se burla de los principios de Graham a corto plazo, pero al final le acaban dando la razón. Si se compra una acción simplemente porque su precio ha subido, en lugar de preguntar si el valor de la compañía está aumentando, más pronto o más tarde se lamentará mucho.

19. Accionistas y gestores: política de dividendos.

Los accionistas están más que justificados cuando plantean preguntas a la dirección de la empresa cuando los resultados no son satisfactorios en sí mismos, son más pobres que los obtenidos por otras compañías que parecen estar en una situación similar y han dado como resultado un precio de mercado insatisfactorio de larga duración.

En las últimas décadas se ha impuesto una política de dividendos donde las empresas con una posición financiera relativamente débil han optado por retener la mayor parte de sus ganancias para pagar deudas y reforzar su posición de capital. Cuando esto sucede, no hay mucho que los accionistas puedan decir al respecto, excepto quizás para criticar a la dirección por permitir que la compañía caiga en una posición financiera tan insatisfactoria. Sin embargo, los dividendos a veces son mantenidos por compañías relativamente poco rentables con el propósito declarado de expandir el negocio. Para Graham este tipo de política es ilógica, los accionistas deberían requerir tanto una explicación completa como una defensa convincente antes de aceptar tal política. En términos de los registros anteriores, no hay ninguna razón a priori para creer que los accionistas se beneficiarán de una expansión emprendida con su dinero por una empresa que muestra resultados mediocres y continua con su antigua dirección.

Los accionistas deben exigir a sus gerentes el pago de dividendos (al menos de dos tercios) o una clara demostración de que las ganancias reinvertidas han producido un aumento satisfactorio en el ratio ganancias por acción. Graham defiende la política de dividendos sobre la reinversión de beneficios con la siguiente frase: «la evidencia histórica muestra claramente que muchas empresas no saben cómo convertir el exceso de efectivo para obtener rendimientos extra«.

Graham quiere que el lector se de cuenta de algo básico pero increíblemente profundo: cuando se compra una acción, ésta te convierte en propietario de la empresa. Los gerentes trabajan para ti. El consejo de administración debe responderte. El efectivo te pertenece. Si no te gusta cómo esta siendo gestiona tu empresa, tienes derecho a exigir que los gerentes sean despedidos, que se cambien los directores o que se venda la propiedad. Los «accionistas» declara Graham, «deberían despertar».

20. «Margen de seguridad» como concepto central de inversión.

Según Graham, todos los inversores experimentados reconocen que el concepto de margen de seguridad es esencial para la elección de sólidos bonos y acciones.

Perder dinero es una parte inevitable de la inversión, y no hay nada que se pueda hacer para evitarlo. Pero, para ser un inversor inteligente, este debe asumir la responsabilidad de no perder la mayor parte o totalidad de su dinero. El margen de seguridad de Graham realiza la siguiente función: al negarse a pagar demasiado por una inversión, minimiza las posibilidades de que su riqueza desaparezca o se destruya repentinamente. La idea de los inversores Graham y Doddsville se puede resumir en buscar discrepancias entre el valor de una empresa y el precio de esa empresa en el mercado. Aplicando dicha máxima, se pone en función el margen de seguridad y la posibilidad de recibir un buen rendimiento sobre la inversión realizada.


El oráculo de Omaha: Warren Buffett.

El mejor estudiante de Graham, Warren Buffett, se ha convertido en el inversor más exitoso del mundo al dar un nuevo giro a las ideas de Graham. Buffett y su socio, Charles Munger, han combinado el «margen de seguridad (Margin of Safety)» de Graham y el desapego del mercado con su propio énfasis innovador en el crecimiento futuro.

Buffett busca lo que él llama compañías «franquicias» con marcas de consumo sólidas, negocios fácilmente comprensibles, salud financiera sólida y casi monopolios en sus mercados, como H&R Block, Gillette y Washington Post Co. A Buffett le gusta comprar acciones cuando un escándalo, una gran pérdida u otra mala noticia pasa sobre ella como una nube de tormenta, como cuando compró Coca-Cola poco después de su desastroso lanzamiento de «New Coke» y la caída del mercado de 1987. También quiere ver a los gerentes se marcan objetivos realistas, construyen sus negocios desde dentro en lugar de a través de la adquisición, asignan el capital con prudencia y que no se pagan cientos de millones de dólares de opciones sobre acciones. Buffett insiste en un crecimiento constante y sostenible en las ganancias, por lo que la compañía valdrá más en el futuro que en la actualidad.


LEIDO 1: 20 Enero 2019. Harper Business Essentials. Comentarios incluidos de Jason Zweig.
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DEPRESIONES ECONÓMICAS: SU CAUSA Y REMEDIO – MURRAY ROTHBARD

Economic Depressions: Their Cause and Cure es el título en inglés del libro de Murray Newton Rothbard (1926-1995) publicado en 2009 por The Ludwig von Mises Institute. Murray Rothbard pertenece a la Escuela Austríaca de economía, promulgador del anarcocapitalismo y fue profesor en la Universidad de Nevada, Las Vegas.

Rothbard cita a Karl Marx cuando este último comentó que los ciclos económicos son una característica inherente del capitalismo. Respaldándose Marx en que antes de la primera Revolución Industrial, siglo 18, no habían regulares expansiones y contracciones, las crisis eran producidas por las monarquías cuando estos debían de sufragar alguna guerra.

Los economistas, a lo largo del tiempo, han cambiado el nombre para definir los periodos de contracción económica dentro de las fluctuaciones cíclicas. En 1929 fue llamado «depresión». Después de la crisis de 1937-38 pasó a llamarse «recesión». En la de 1957-58 este último cambió por «desaceleraciones». En palabras de Rothbard, estos términos eran demasiado duros para las delicadas sensibilidades del público estadounidense.

La teoría de Keynes sobre las depresiones es brevemente analizada por Rothbard resumiéndose en que una alta inflación es debido a que hay un gasto excesivo en la economía; por lo que el gobierno debe inducir al público a reducir ese gasto disminuyendo su poder adquisitivo mediante impuestos. Pero si por el contrario, existe una recesión, está habrá sido causada por un gasto deficiente, y la solución del gobierno es incrementar el gasto en forma de déficit.

Rothbard sí tiene una teoría para los ciclos económicos, basada principalmente en los trabajos de David Hume y, posteriormente, en los de David Ricardo, y opuesta a la descrita por Keynes. El principal factor determinante como causante de las fluctuaciones económicas es la aparición del sistema bancario con capacidad para extender el crédito y la oferta de dinero. El mecanismo es el siguiente: una inyección de crédito bancario en la economía provoca un aumento de la oferta de dinero; esta última empuja al alza los salarios y el gasto, induciendo a los empresarios a aumentar el precio de sus bienes. El resultado es un boom económico junto con un aumento de la inflación. Esta inflación provoca un desajuste sobre los precios nacionales y extranjeros, el país pierde competitividad frente al exterior. El público comenzará a comprar más producto exterior, al ser más barato, provocando un déficit en la balanza de pagos del país (exportaciones < importaciones, el dinero fluye fuera del país). Esto provoca una reducción de oro en las arcas del país, debido a que los extranjeros, con el dinero obtenido de sus exportaciones, no confían en la moneda nacional y deciden intercambiarla por oro. Llegado a un cierto punto, los bancos sentirán temor al ver que cada vez disponen de menos activos y más pasivos, terminando con la expansión crediticia. Esta última acción puede provocar quiebras bancarias si gran parte del público decide retirar sus fondos de las entidades. Aquí comienza la depresión, la disminución del crédito provoca una reducción de la oferta de dinero y por consiguiente una reducción de los precios y salarios, la situación se vuelve a revertir cuando los bienes nacionales son atractivos cara al público debido al bajo precio que han vuelto a alcanzar. Pasado un tiempo, cuando los bancos se han recuperado de la depresión, vuelven a comenzar el camino de la expansión crediticia, que es de donde proviene la mayor parte de los beneficios que obtienen.

Rothbard señala a los bancos centrales como el eje fundamental del mal cuando estos tienen el poder para inducir a los bancos hacia una expansión crediticia. Además, destaca que los gobiernos son el principal causante de las crisis, no por sus acciones en favor del libre mercado, sino más bien por sus intervenciones e influencia sobre los bancos centrales; oponiéndose a la opinión antes descrita de Karl Marx, asimismo esta teoría concuerda con las ideas de su supervisor doctoral y mentor Ludwig von Mises.


LECTURA 1. 28-7-2018. Ludwig von Mises Institute. ISBN: 978-1-933550-50-3
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LA ECONOMÍA DE LA MANIPULACIÓN – GEORGE AKERLOF & ROBERT SHILLER

Phishing for Phools: The Economics of Manipulation and Deception publicado en 2015 por el profesor de la Universidad de Bekerly, George Arthur Akerlof (1940-), galardonado con el premio Nobel en 2001 por sus investigaciones sobre el funcionamiento de la economía de mercado; y el profesor de la Universidad de Yale, Robert James Shiller (1946-), galardonado con el premio Nobel en 2003 por investigaciones al análisis de los precios de los activos financieros (estudio de su volatilidad).

No es un libro especialmente considerable de «nueva ciencia económica», por lo que puede ser leído por cualquier persona sin dificultad alguna. Nos muestra como la economía moderna con sus mercados bastante libres nos proporcionan un bienestar, pero también nos exhibe a la economía de la manipulación.

1 Nuestro camino está sembrado de tentaciones.

Los mercados intentan producir lo que la gente desea, siempre y cuando se pueda obtener un beneficio de ello. Pero este equilibrio económico es altamente manipulado por entidades económicas con el fin de distorsionar nuestro juicio, utilizando prácticas empresariales análogas. Cuando existen mercados completamente libres, no sólo existe libertad para elegir, existe también libertad para engañar.

El problema de la falta de ahorro proviene de que los mercados no se limitan a producir lo que realmente deseamos, más bien producen todo lo que desean nuestros gustos. «Los mercados también tratan de cubrir esas necesidades, así que compraremos lo que tengan a la venta. En Estados Unidos la meta de cualquier empresario es hacerte gastar su dinero. Los mercados producen una tentación continua.»

«La idea de tentar al consumidor a que compre, a que gaste su dinero, está en la propia esencia de los mercados.» Somos más ricos que hace cien años, pero el mercado se ha encargado de crear nuevas necesidades para nosotros, y por supuesto, nuevas formas de vendérnoslas. El consumismo se combate con autocontrol y racionalidad.

2 Minería de reputación y crisis financiera.

A partir del siglo XXI, hubo un cambio en la mente de los altos directivos de los fondos de inversión. Pasaron de pensar en los intereses de los clientes primero a velar en primera instancia por los suyos. Esto produjo la corrupción de las agencias de calificación. Estas empezaron no cobrando a los fondos por realizar los informes calificativos, pero acabaron a sueldo por ellos. Como es de suponer, no muerdas la mano que te da de comer. Las agencias eran sabedoras de las consecuencias si dejaban de someterse.

Una manera fácil de esconder un producto financiero que se vendía en el mercado fue el trocearlo en gran cantidad de proporciones para realizar paquetes con sus trozos. Esto es lo que se conoció como hipoteca subprime. Las agencias si deseaban realizar bien la calificación, debían de abrir y realizar múltiples comprobaciones. Los clientes sin conocimientos financieros les era imposible detectar la calidad del producto. Mediante este mecanismo era fácil engañar a prácticamente cualquier consumidor. «El sistema financiero en sí mismo era, y continua siendo, inmensamente vulnerable a la economía de la manipulación.»

3 Los publicistas descubren cómo poner el foco en nuestros puntos débiles.

Los publicistas usan el pensamiento humano para manipular haciendo uso de nuestras vulnerabilidades.

En la mayoría de ocasiones la publicidad tiene efecto sobre el consumidor ya que la narrativa de los publicistas ha sido injertada en las propias historias de los clientes. Otro método comúnmente usado es el ensayo y error, es difícil para un publicista saber que campaña va a funcionar y cual no, por lo que si no funciona, la cambia por otra. La publicidad también ha evolucionado. Actualmente se utilizan diversos modelos estadísticos para alcanzar las preferencias de los consumidores y saber que desean comprar, mediante este método la publicidad puede ser mayormente ajustada.

4 Fraudes relativos a coches, casas y tarjetas de crédito.

Sobre la compra de un coche. Existen tres trucos principales que los vendedores utilizan a menudo. Primera, cuando una persona se acerca al concesionario, ya tiene el mente el coche que desea -normalmente con algún extra-. Cuando nos comunican el precio, el vendedor solo tiene que empujar contra la resistencia del cliente -vendernos los beneficios de esos extras-. Segunda, cuando se desea entregar el coche antiguo, nunca se debe mencionar hasta que se ha negociado el precio del coche nuevo. De esta manera el vendedor no podrá jugar con ambos precios dando la impresión de estar dándote más por el coche que se entrega y no cediendo en el precio final. Tercera, la tan conocida financiación.

Viviendas. Los costes de cierre, los gastos de inmobiliaria, diversos impuestos y la financiación provocan grandes incrementos en el precio de la vivienda. En ocasiones, los gastos de inmobiliario son pagados por los vendedores, por lo que el precio estipulado de la casa será algo mayor; a su vez podemos pensar que si fuera pagada por el comprador, el precio de la vivienda sería de una cantidad algo menor. Esto es erróneo, ya que el vendedor ajustará el precio según esa comisión. Si recae sobre él, aumentará el precio del inmueble.

Tarjetas. Es bien sabido que los comercios pagan un porcentaje por cada pago que se realiza en tarjeta. En la mayoría de establecimientos los consumidores no pagan ningún recargo por usarla, esto es debido a la vulnerabilidad de los consumidores al no pagar con dinero metálico. Los establecimientos lo saben y por ello nos dejan usarlas aunque ellos tengan que asumir ese pequeño coste. «Existe la prueba circunstancial de que la gente con tarjetas de crédito gasta más.»

5 Manipulación en política.

La estrategia electoral ganadora puede ser definida en tres puntos. Primero, las políticas que apelen al votante típico bien informado deben de ser reveladas públicamente. Segundo, cuando este votante típico no está bien informado pero los principales donantes de campaña están bien informados, se debe tomar la postura de los donantes sin transmitirla multitudinariamente. Tercero, utilizar la contribución de grupos de interés especiales para conseguir una mayor atracción en el grueso de votantes.

«Con estas estrategias racionales para ganar elecciones, no obtenemos el teorema del votante mediano como descriptor de los resultados políticos. En lugar de ello tenemos un equilibrio manipulativo político.»

Los conocidos ‘lobby’ llevan mucho tiempo entre nosotros, su poder de persuasión es ampliamente conocido.

6 Industria alimentaria y farmacéutica, y manipulación.

Antiguamente, las intoxicaciones alimentarias de comida eran debidas a un mal estado de esta. Hoy en día la industria alimentaria nos manipula ofreciéndonos azúcares, grasas y sal. Es decir, la manipulación continua mediante nuevas técnicas que permiten eludir las regulaciones.

Al igual pasa con los fármacos. La industria farmacéutica promueve estudios y basa sus razones en intentar demostrar que su nueva medicina es completamente segura para el consumo humano. Obtiene el visto bueno de una parte del colectivo médico (mediante conferencias), juega al límite con la regulación para aprobar el medicamento, promueve informes en diversas revistas médicas de prestigio, realiza presiones ‘lobbistas’ sobre políticos… El ejemplo estudiado en el libro es el caso de Vioxx.

7 Innovación: el bueno, el feo y el malo.

En este capítulo se reflexiona sobre las interpretaciones del crecimiento económico que hacen los economistas. «Los indicadores de crecimiento económico (como el de la renta per cápita) pueden reflejar correctamente el cambio económico; pero no todo ese cambio es necesariamente para bien. Se trataba tan sólo de una suposición tácita que reflejaba las pautas de pensamiento habituales en la época: que el residuo de Solow refleja el ‘progreso técnico’. Ahora debemos mirar al crecimiento económico más cuidadosamente, desde una perspectiva más amplia. Para enfatizar el punto de que no todas las invenciones que expanden nuestras opciones son para mejor, o de que algunas invención es conllevan su parte buena y su parte mala, ofrecemos tres ejemplos (Facebook, clasificaciones para todo y la máquina de liar cigarrillos)

8 Tabaco y alcohol.

Actualmente es considerado de estúpido fumar tabaco, pero años atrás no era así visto. La lucha de las tabacaleras por sembrar la duda fue importante, a la vez que florecían artículos donde concluían el gran daño que causa el tabaco, las tabacaleras hacían lo propia por desmentirlo. El gran debate en américa surgió sobre el derecho y la libertad a elegir nuestros propios actos; si los fumadores querían fumar, no había porque impedirlo. Pero los antitabaco usaron este argumento en su favor aludiendo que ellos no querían disfrutar del humo del cigarrillo. Finalmente, se denegó el derecho a fumar en espacios cerrados. A pesar de las diversas regulaciones que ha sufrido esta industria, no ha acabado con ella.

El alcohol se cree que es menos nocivo para la salud que el tabaco, sus efectos son más difíciles de detectar, por lo que su debate se vuelve más complicado. Un alcohólico tiene mayoritariamente problemas de pérdida de afecto, que es más complicado que detectar que un cáncer de pulmón. Además, no hay relativamente muchos estudios que traten este tema. «En ausencia de la necesaria investigación, somos especialmente propensos a ser manipulados, ya que no podemos saber si tenemos la historia correcta.»

Aunque se ha intentado controlar por parte de gobiernos el consumo de ambos, ha sido relativamente complicado. «El hecho más básico sobre el alcohol y el tabaco es su fácil disponibilidad y una tributación moderada.»

9 La quiebra como negocio.

En ocasiones, diferentes personas o empresas se han lucrado o lo han intentado de empresas en quiebra mediante el saqueo de las mismas. Se adquiere la empresa a bajo coste, se liquida y se intenta extraer el capital, obviando a los acreedores. Por ello, los tribunales de quiebras adquieren el control de una empresa en malas circunstancias y proceden a realizar el proceso de manera imparcial. El caso que presenta el libro es el de las asociaciones de ahorros y préstamos (S&L).

«Se adquiere una S&L; se multiplica su base de depósitos, muchas veces tomando depósitos de grandes instituciones; se le presta a un ‘promotor’ que hace pagos extravagantes a amigos de los dueños de la S&L sin ninguna intención de repagar el préstamo a la S&L según lo prometido. La S&L puede mientras tanto mostrar sanos beneficios, ya que el ‘promotor’ puede pagar los intereses con el dinero que le han prestado. La contabilidad fraudulenta subyace tras la manipulación-saqueo.»

¿Qué ocurre cuando una institución en quiebra no es intervenida? Simplemente, que el problema se agrava. Lo que hubiera costado una cantidad de dinero en sanearlo, se acaba agrandando. O bien se traduce en pérdidas para los acreedores, que posiblemente hayan sido estafados mediante el método descrito.

10 Michael Milken pesca con bonos basura como cebo.

El señor Michael Milken fue el precursor del bono basura. Su entramado empezó mediante el negocio de los bonos de baja calificación. Las rentabilidades obtenidas eran altas. A partir de aquí, Milken pensó que podía hacer dinero si compraba una compañía mediante la adquisición del capital de sus accionistas al precio de las acciones con el dinero de la venta de bonos basura (baja calificación).

Las calificaciones de los bonos basura fueron distorsionadas. Sus bonos basura desempeñaron un papel primordial en la ola de tomas de control corporativas de mediados de los ochenta.

Y los más importante, «los precios de los activos son altamente volátiles. … Y de ello es en gran parte responsable un bestiario completo de manipulaciones: minería de reputación, saqueo, contabilidad engañosa, historias extravagantes en los canales de noticias, discursos de ventas de asesores de inversiones, compañías de inversión y agentes inmobiliarios, y narrativas de riquezas desde la nada.»

11 La resistencia y sus héroes.

En este último capitulo se aclara que la manipulación es dominante, pero no generalizada. Se podría describir como una redención a los reguladores, ya que se ha estado constantemente hablando de quebrantamientos legislativos. Los funcionarios y reguladores en la mayoría de ocasiones realizan su trabajo adecuadamente y protegen al ciudadano de diversas externalidades. Se ha luchado contra el timo informacional, pero aún somos bastante vulnerables al timo psicológico.


LECTURA 1. 29 AGO 2017. Deusto.
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HILLBILLY, UNA ELEGÍA RURAL – J. D. VANCE

Hillbilly Elegy: A Memoir of a Family and Culture in Crisis (2016) es el primer libro del joven estadounidense James David Vance (1984-?). Se doctoró en derecho en Yale y trabaja para la compañía de capital riesgo Mithril Capital Management en San Francisco. No es un libro expresamente económico, pero aborda diferentes aspectos de la sociedad americana, enfocando el escrito a la sociología y relatando su vivencia en primera persona.

Ha sido descrito como «El libro del año en EE.UU. que nos permite entender los cambios sociales que han conllevado la victoria de Donald Trump.» Puede resumirse en lo que pasa en las vidas de la gente real cuando la economía industrial se hunde.

En la introducción el autor hace una reflexión que muchos pensamos: «Por supuesto que las perspectivas de los blancos de clase trabajadora han empeorado, J.D., pero estás poniendo los carros por delante de los bueyes. Se divorcian más, se casan menos y son menos felices porque sus oportunidades económicas han disminuido. Sólo con que tuvieran un mejor acceso a puestos de trabajo, otros aspectos de sus vidas también mejorarían.» Esta es la reflexión que el autor analiza para explicar cual es la verdadera causa del problema en la sociedad americana, debo destacar que faltan muchos matices que son explicados durante el transcurso del libro. Es vital comprender como algunas personas se aferran a la situación de su vida y creen en un destino que no pueden cambiar. Muchas de estos seres buscan el cambio mediante su voto a un determinado político, pero ellos no realizan ninguna tarea para cambiar sus actuales vidas, solo esperan a que alguien se lo de hecho.

Algunos hombres y mujeres buscan su propia suerte, propiciando cambios en sus vidas. El simple éxodo del campo a la ciudad, donde se encuentran las industrias y existen más número de ofertas de empleo, puede hacer que una persona aumente en la escala socioeconómica. Muchas veces somos nosotros mismos quienes nos ponemos las barreras para intentar mejorar nuestras vidas, y creemos que no va a ser posible por el mero hecho de haber nacido en un sitio u otro, este argumento carece de veracidad si lo comparamos con el ejemplo de la vida personal de J.D.

Uno de los grandes problemas que ha surgido durante la pasada crisis es la extensión de la precariedad laboral y la pobreza, de los guetos urbanos a los suburbios de las grandes ciudades. Cuando el trabajo desparece de una población, las personas que están atrapadas en ella por una vivienda (hipoteca), no pueden abandonarlo para buscar nuevas suertes en otros lugares. Por lo que la mayoría de la zona queda sumida en la pobreza, unos pocos, normalmente los más ricos, consiguen huir.

Vance reflexiona sobre la gente que alcanza el éxito en la vida terrenal. Comenta que comúnmente existen dos tipos de personas: los que tienen suerte y los meritocráticos. Los primeros pertenecen a familias ricas donde sus vidas están encarriladas desde su nacimiento. Los segundos son personas listas, con buena cabeza, que llegan lejos gracias a su habilidad de inteligencia. Su historia alienta otra situación, las personas independientemente de estas características pueden también triunfar, si ya desde pequeños sus vidas han tenido una armonía positiva. Como en todo en la vida, existen las excepciones y James Vance es una de ellas. No es fácil caminar por un camino recto, pero el levantarse para corregir la trayectoria es lo más importante que debe hacer un ser humano con afán de mejorar.

Concretamente en el capítulo 6 hace referencia a las fuerzas positivas que ejerce las instituciones religiosas en la vida de las personas. Una parte de la gente golpeada por una decante industria, desempleo, adicción, hogares rotos… ya no acude a ella buscando apoyo. Sería erróneo observar a las iglesias como solo un sitio de culto, muchas de estas instituciones disponen de programas de ayuda enfocados a mejorar en la medida de los posible la vida de los feligreses. «En el mundo derrumbado que veía a mi alrededor la religión ofrecía una ayuda tangible para mantener a los fieles en el camino correcto.» 

El proceso de aprendizaje comienza en casa, si los niños no están en disponibilidad de aprender lo que vale un dólar, sus vidas futuras pasaran a tener peores expectativas. Una gran cantidad de investigaciones afirman que un hogar estable y amoroso propicia a una vida positiva de las personas. «De esa felicidad surgieron muchas de las oportunidades que he tenido en los últimos doce años». En su libro se demuestra la importancia de la conciliación familiar como éxito futuro para los niños.

El autor relata su experiencia sobre las personas que vivían de la generosidad del estado y como las pillerias de este tipo de personas malgastaba en su propio favor los escasos recursos de este. Ya en los años 70, la clase trabajadora blanca optó por votar al 37º presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon (1913-1994), debido a la existencia de una percepción donde la gente cobra del estado del bienestar sin trabajar en nada. Lo sencillo es echar la culpa fuera y no realizar una profunda autocrítica.

La movilidad social no es sólo cuestión de dinero, sino que supone un cambio de forma de vida. Los ricos siguen unas costumbres diferentes a la clase trabajadora. Los primeros compran comida sana y variada, como frutas en Whole Foods (supermercados caros en USA), mientras los últimos consumen mayoritariamente fast food, ya que su precio alienta a ello. Lo mismo puede ser extrapolable al deporte y al ocio. Muchos padres que no han tenido una educación superior, por el motivo que sea, no esperan que sus hijos vayan a la universidad. Este tipo de limitaciones son los que no permiten cambios en la escala social.

La importancia del llamado capital social es relativamente importante a la hora de buscar nuevas oportunidades. Esto se basa en la capacidad de relaciones que las personas vamos creando con el tiempo. El mail que podemos enviar a un amigo para que este suba nuestro curriculum a la primera posición de la montaña de papeles en una empresa, entrevistas, consejos de amigos o tutores… El disponer de un amplio capital social puede provocar grandes cambios en nuestras vidas, si este no es cultivado, difícilmente podremos mejorar en un mundo tan globalizado.

El autor cita un artículo de Raj Chetty sobre las oportunidades en Estados Unidos. Existen dos factores importantes para explicar la desigual distribución geográfica de las oportunidades: la prevalencia de padres solteros y la segregación de ingresos.

«Las políticas públicas pueden ayudar, pero no hay ningún gobierno que pueda solventar esos problemas por nosotros».

«Cuando la gente me pregunta qué es lo más me gustaría cambiar en la clase trabajadora, digo: <La sensación de que nuestras decisiones no tienen importancia>.»


LECTURA 1. 18. MAY. 2017. Editorial Deusto.
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PLAN PARA EL ESTABLECIMIENTO DE UN BANCO NACIONAL – DAVID RICARDO

Plan for the Establishment of a National Bank (1824) es un libro de David Ricardo publicado seis meses después de su muerte.

En abril de 1822, el Gobierno tenía pensado renovar la Bank Charter Act que expiraba en 1833. Ricardo pronunció un discurso en la Cámara de los Comunes donde se oponía a esa renovación, sugiriendo que el papel moneda debía ser emitido sin la ayuda del Banco de Inglaterra y resultaría en ganancias para el público en vez de pérdidas.

La intención de explicar profundamente sus ideas sobre la anterior cuestión, le llevaron a escribir este libro.

En el primer párrafo del libro, Ricardo resalta la importancia de la separación del Banco en dos partes, el departamento de emisión y el comercial, argumentando que estas dos secciones no tienen ninguna conexión entre ellas.

El Gobierno inglés estaba en deuda con el Banco debido a los préstamos en favor del público. Ricardo propuso que el Gobierno debía ser el encargado de emitir los billetes, de este modo, se ahorraría pagar el tipo de interés al Banco de Inglaterra. Las demás clases de la comunidad quedarían en la misma situación que antes. Además, los beneficios que se pagaban por el interés quedarían en manos del Gobierno y no del propio Banco.

Ricardo ahonda en la cuestión donde se trata al Gobierno como un actor no seguro de la desmesurada emisión de billetes en tiempos bélicos. Afirma de que existe un grave riesgo, por lo que propuso la formación de una comisión, independiente de los ministros, encargada de emitir moneda evitando posibles influencias.

En total son dieciséis regulaciones propuestas:

Primera, la potestad para la emisión de papel moneda del país recaerá sobre cinco miembros que formarán una comisión. Estas cinco personas deberán tener un honorario acorde a su trabajo y serán supervisados limitadamente por el Gobierno.

Segunda, cuando expire la Bank Charter Act de 1833, los miembros de la comisión emitirán quince millones de papel moneda para liberar al Banco de Inglaterra de la deuda con el Gobierno. A partir de este momento, no será necesario el pago de más intereses. Con esto se intentará sustituir el viejo papel moneda por el nuevo.

Tercera, con parte del papel moneda emitido, se comprarán lingotes de oro y se canjearán por letras del tesoro, para prever un depósito adecuado, sin el cual, el nuevo Banco no podrá operar.

Cuarta, el Banco estará obligado a mantener una reserva en oro de los nuevos billetes en igual cantidad a su papel moneda en circulación. De esta manera, se protege al banco del pago en especie del papel moneda que pueda tener pendiente.

Quinta, se disponen de seis meses después de la expiración de la Bank Charter Act para cambiarlos los billetes del Banco de Inglaterra, pasado este periodo ya no se aceptaran como ingresos, así se cambiará el nuevo papel moneda por el viejo.

Séptima, se obliga a pagar en papel moneda del Gobierno, quedando excluidas las notas de los otros bancos, de esta manera se favorece la sustitución del viejo por el nuevo. Los bancos del país no podrán tener ninguna dificultad en proveerse del nuevo papel moneda.

Octava, para la seguridad de las personas que tienen obligaciones del Gobierno, se les obligará a firmarlas y solo podrán cobrarlas en el distrito donde fueron adquiridas. Con esta medida se busca evitar las falsificaciones y el fraude.

Novena, las notas emitidas en un distrito, pueden ser exigidas en otro distrito. Esta regulación, ofrece todas las facilidades posibles para la fabricación de las remesas y pagos a cualquier distrito del país.

Décima, las notas emitidas en el país no se pagarán en la moneda del país. Si un hombre desea una cantidad en moneda, el Gobierno no está obligado a cargar con el precio del transporte, por lo que este gasto, recaerá sobre el hombre.

Undécima, como la novena regulación, expresa cualquiera que quiera, puede depositar monedas o billetes en la oficina de Londres y pueden obtener una factura donde se expresa que se deben pagar esas notas en cualquier otro distrito. Ofrece la posibilidad de obtener las remesas y pagos en todas las partes de la nación.

Duodécima, los miembros de la comisión estarán obligados a comprar oro a un precio establecido de 3£ 17s 6d por onza. De esta manera, se aseguran limitar el precio del oro, conseguirían una abundante provisión de oro y dificultarían su exportación.

Decimotercera, los miembros de la comisión estarán obligados a pagar sus notas en moneda de oro.

Decimocuarta, a las personas que lo prefieran, se les expedirán notas de una libra a cambio de billetes de una mayor cantidad, es decir, prevé un suministro de billetes de una libra para la circulación en el país.

Decimoquinta, los distritos rurales no serán responsables de dar papel moneda por monedas ni monedas por papel moneda.

Decimosexta, la comisión deberá actuar como banquero público y serán excluidos de cualquier corporación.

Gracias a este plan, Ricardo esperaba que el país se ahorrase 750.000 £ anualmente.


LECTURA 1. 1 ABR 2017.
David Ricardo, The Works and Correspondence of David Ricardo, ed. Piero Sraffa with the Collaboration of M.H. Dobb (Indianapolis: Liberty Fund, 2005). Vol. 4 Pamphlets and Papers 1815-1823. Retrieved 31/3/2017 from the World Wide Web: http://oll.libertyfund.org/titles/205
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LA ECONOMÍA EN UNA LECCIÓN – HENRY HAZLITT

Economics in One Lesson fue publicado en 1946 por el economista liberal, periodista (Wall Street Journal y el New York Times) y filósofo estadounidense Henry Hazlitt (1894 – 1993). Se le puede catalogar dentro de la Escuela Austriaca.

Este libro está basado sobre el ensayo del francés Fréderic Bastiat titulado Ce qu’on voit et ce qu’on ne voit pas, como bien indica el propio Hazlitt en el prefacio. El libro trata de litigar 23 sofismas (argumentos falsos) económicos que se han estado popularizando durante los últimos tiempos. Podemos catalogar el ensayo como una oda a la libertad donde se ponen de manifiesto las ideas liberales que han sido rebatidas por sus antagónicos.

  1. La lección.
    «El arte de la Economía consiste en considerar los efectos más remotos de cualquier acto o política y no meramente sus consecuencias inmediatas; en calcular las repercusiones de tal política no sobre un grupo, sino sobre todos los sectores».
    La mayoría de sofismas encontrados en la ciencia económica son causados por el resultado de ignorar la anterior lección. Normalmente, se tiende a considerar las consecuencias inmediatas o de un grupo específico, con el olvido del largo plazo y de los restantes conjuntos.
    .
  2. Los beneficios de la destrucción.
    Algunos observan que se pueden obtener beneficios de pequeños actos de destrucción y, por lo tanto, grandes ventajas de enormes actos destructivos. De esta afirmación, se suele confundir necesidad con demanda. Cuanto más destruye una guerra, mayor es la necesidad posbélica. La demanda no requiere solo necesidad, sino también poder de compra. En estas situaciones se produce una desviación de la demanda que restará capacidad productiva a otras actividades. Finalmente, se cambiará el equilibrio industrial.
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  3. Las obras públicas incrementan las cargas fiscales.
    «¿Se halla parcialmente estancada la industria privada? ¿Existe paro? El remedio es fácil. Basta que el Gobierno gaste lo necesario para superar la deficiencia.»
    Se puede llegar a pensar que el Gobierno puede gastar abultadamente sin incurrir en aumentos fiscales o acumular deudas. Lo que un Gobierno gasta, ha tenido que ser obtenido de los ciudadanos previa o posteriomente. Es cierto que una cantidad de gasto público es esencial para atender los servicios públicos vitales. En el fondo de la cuestión, las obras públicas realizadas para combatir el paro, son eficientes hasta cierto punto. Un determinado número de personas encontrarán empleo mediante la detracción de impuestos a otros ciudadanos. Si estos impuestos no se sustraen, los ciudadanos podrán gastar ese dinero en sus necesidades. Se produce una desviación en la actividad industrial. Si se ha construido ese aeropuerto ineficiente, muchas de las personas que han sido empleadas en su construcción no han producido otros tipos de bienes. Se ha creado una cosa a expensas de otra, por lo que no se ha llegado a crear riqueza. La industria privada, mediante el mercado, canaliza las producciones más eficientemente que la administración pública, debido a que se producen las necesidades que desean los ciudadanos. ¿Qué es riqueza? La riqueza son las necesidades y comodidades para la vida.
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  4. Los impuestos desalientan la producción.
    Una moderada carga fiscal es imprescindible para las funciones del Gobierno, unos impuestos razonables no interfieren radicalmente en la producción. Pero, cuando una empresa puede llegar a tener pérdidas ilimitadas en situaciones negativas, y por contra, en una situación positiva sus beneficios son altamente gravados, no puede compensar sus años de perdidas con los de ganancias, hace que la predisposición del capitalista a invertir se reduzca. Por lo que se limita la creación de puestos de trabajo, la mejora de la maquinaria… lo que provoca a los consumidores disfrutar de mejores y más baratos bienes, disminuyendo los salarios reales.
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  5. El crédito estatal perturba la producción.
    Hay que diferenciar entre crédito privado y crédito estatal. El prestamista privado arriesga sus propios fondos, cuando la gente expone su capital suele tener precaución. El Estado normalmente presta dinero a quienes no consiguen un préstamo privado. Por lo que, los prestamistas públicos asumen más riesgos que los privados usando el capital de todos los ciudadanos. Las prácticas de crédito estatal provocan que el capital acceda a los prestatarios menos eficientes. «Se pretende con frecuencia que el Estado debe asumir los riesgos que son demasiados grandes para la iniciativa privada. Esto significa que debe permitirse al Estado imponer al dinero de los contribuyentes riesgos que nadie está dispuesto a afrontar con el suyo… Es una realidad que dilapidan el capital disponible en planes ruinosos, o cuando menos dudosos, dejando que lo manipulen personas menos competentes o menos dignas de confianza que las que de otra suerte lo hubieran obtenido.»
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  6. El odio a la máquina.
    «Cada vez que se produce un prolongado desempleo en masa, las máquinas vuelven a ser el blanco de todas las iras.» La estadística y la historia corroboran la anterior cita, pero los hechos, pueden ser explicados deductivamente. En el día a día, todo el mundo intenta realizar su trabajo de la manera más eficiente. Cuando las máquinas y los perfeccionamientos técnicos se introducen, se puede percibir una pequeña caída en la ocupación en el sector, pero a su vez, alguien ha tenido que producir esa maquinaria, provocando una oferta de empleo en otro sector. El resultado final de la introducción de maquinaria, a la larga, provoca un aumento global de empleo. El empresario o trabajador que ha realizado la incorporación, ha trabajado más eficientemente, por lo que su beneficio extraordinario puede ser invertido de nuevo. «Lo que hacen las máquinas es incrementar la producción y elevar el nivel de vida.» mediante el abaratamiento de los bienes al consumidor o aumentando los salarios al incrementarse la productividad. (Incrementan los salarios o, al reducir los precios, aumentan el volumen de bienes asequibles a un mismo salario).
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  7. Planes para la más amplia distribución del trabajo.
    El sofisma en este caso radica en el error de que una forma más eficiente de hacer algo elimina empleos. Existe la creencia de que la cantidad de trabajo está limitada, por lo tanto, estas personas abogan por repartir el empleo entre el mayor número de gente posible. Los sindicatos suelen prohibir que trabajadores de un sector se inmiscuyan en el trabajo de otro sector. Algunos individuos pueden verse beneficiados por esta práctica sindical, pero su aplicación, eleva los costes de producción y reduce la demanda de trabajo y bienes producidos. Ello simboliza el resultado del esfuerzo encaminado a crear más trabajo mediante su arbitraria subdivisión. «Las gentes que defienden tales medidas piensan sólo en el empleo que proporcionarían a grupos o individuos aislados; no consideran cuál sería su efecto sobre toda la comunidad».
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  8. El licenciamiento de soldados y burócratas.
    Después de un conflicto bélico, la retención de soldadesca equivale a dilapar riqueza inútilmente. Constituirán un elemento improductivo, los contribuyentes no obtendrán nada a cambio de su sostenimiento. Esta idea es extrapolable a los funcionarios públicos, siempre y cuando estos sean tan numerosos que los servicios que prestan a la sociedad no guarden proporción razonable con los sueldos que perciben. «Cuando todo el argumento en favor de mantener en sus empleos un grupo de funcionarios queda reducido al de conservar su capacidad de compra, ha llegada, sin duda, el momento de prescindir de sus servicios.» Los antiguos funcionarios se integrarán en la industria privada, y el proceso será facilitado por el mayor volumen de dinero de que dispondrán los contribuyentes.
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  9. El fetichismo del <empleo total>.
    Los problemas de los salarios y el paro son debatidos por los gobiernos como si no guardasen relación con la productividad y el volumen total de bienes producidos. El progreso de la civilización ha significado la reducción del número de personas empleadas, no su aumento (niños, personas de edad avanzada…). Es más sencillo resolver el problema del paro si se centra la cuestión en cuanto mayor sea el caudal de bienes a distribuir: una política económica que permita elevar la producción máxima.
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  10. ¿A quién <protegen> los aranceles?
    Smith defiende el librecambio: «En todos los países, el interés de la inmensa mayoría de la población es y debe ser siempre comprar lo que necesita a quien vende más barato». El trabajo de una nación se debe emplear sobre la actividad de la que se posee alguna ventaja y con una parte de lo producido, es decir, con el precio obtenido, comprar cualquier cosa que se necesite. Los aranceles dificultan el comercio y perjudican tanto a productos como consumidor. Cuando estos son eliminados, el dinero que iba destinado a pagar el arancel, puede ser empleado por el consumidor en otro tipo de bien. Se consume más y en diferentes industrias. Existirá un trade-off en las industrias para estabilizarse en el librecambio. Los aranceles pueden ser un impedimento para que nuevas actividades más rentables de las que se realizan con arancel, no se lleguen a realizar, debido a este tipo de intervención.
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  11. El afán de exportar.
    «El ansia enfermiza de exportar que experimentan todas las naciones se halla superada tan sólo por el temor, no menos morboso, a las importaciones». Las exportaciones e importaciones deben igualarse en el largo plazo. Sin importaciones, no se puede exportar, debido a que los países extranjeros carecerán de fondos para realizar los pagos. Es absurdo crear un falso estímulo al comercio exterior por medio de subsidios a las exportaciones. Estos subsidios consisten en dar algo al extranjero a cambio de nada, ya que se venden bienes a un precio menor que su coste.
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  12. El argumento de la <paridad> de precios.
    El razonamiento que aboga por una elevación de los precios de los productos agrícolas para que este, a su vez, tenga poder adquisitivo suficiente para comprar bienes manufacturados y con ello se crearía empleo total, es errónea. Si la elevación de precios se produce de una manera natural por la prosperidad de la economía significa una mayor abundancia y bienestar para todos. Pero si esta elevación es provoca por una intervención gubernamental, los agricultores consiguen su propósito, pero los otros consumidores, sufren esta elevación de precios. Una vez más, se ha de contemplar la política realizada con los ojos del conjunto de la sociedad.
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  13. La salvación de la industria X.
    En ocasiones, los gobiernos rescatan algunas industrias o empresas específicas. Si consideran que la industria está sobresaturada, impiden la entrada de nuevas empresas formando un oligopolio en dicho sector; o bien, simplemente subvencionan la industria. Según el primer caso, una industria que está saturada no tienen los incentivos suficientes para atraer nuevo capital (o más empresas). Si una industria es subvencionada, otras industrias se verán en la situación de restringir su producción debido a la expansión de la industria X. El resultado es que el capital y el trabajo son desviados hacia industrias en las que su empleo es menos eficaz.
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  14. Como funciona el mecanismo de precios.
    Los precios se fijan de acuerdo con la relación existente entre la oferta y la demanda e influyen, a su vez sobre ambas. Cuando los consumidores necesitan o desean adquirir más de un bien, ofrecen más por él, el precio sube aumentando los beneficios del productor, al ser más rentable producir este tipo de bien, más empresas son atraídas a la producción de este bien. Al final con el tiempo, el incremento que experimenta la oferta produce una reducción del precio y del margen de beneficios, hasta descender al nivel previo. Todo se produce a condición de que nos privemos de alguna otra cosa. Existe, entre el precio de un bien y su coste marginal de producción, una constante tendencia a igualarse, pero esto no significa que el coste marginal determine directamente el precio.
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  15. La <estabilización> de los precios.
    Una de las mayores políticas que fracasan antes de comenzar es cuando intentan mantener el precio de un producto por encima del precio de mercado. El pretexto a este tipo de intervención estabilizadora es que los productos no pueden aguantar unos precios tan bajos, por lo que el sustente del productor no está asegurado. El método más común es la subvención estatal. Pero este tipo de políticas lleva implícita una restricción de la producción y los consumidores se ven obligados a pagar un precio mayor. La capacidad adquisitiva que se le otorga al productor, se le detrae al consumidor.
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  16. Intervención estatal de los precios.
    En épocas de guerra, los gobiernos intentan mantener algunos precios de bienes por debajo del precio de mercado. Cuando se fijan unos precios máximos, normalmente en productos básicos, la producción se contrae produciendo escasez, y a su vez, puede llegar a provocar cartillas de racionamiento. «Toda intervención de los precios desorganiza y desalienta la ocupación y la producción.»
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  17. Leyes del salario mínimo.
    «Se sustituye el salario bajo por el paro.» Cuando se interviene con la fijación de un salario mínimo, se priva al trabajador del derecho a ganar lo que su capacidad y empleo le permitirían, mientras se impide a la sociedad de beneficiarse del trabajo que ese trabajador es capaz de realizar. La mejor forma de elevar los salarios es aumentar la productividad del trabajo.
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  18. ¿Incrementan los sindicatos los salarios?
    El poder de los sindicatos para elevar los salarios no es tan elevado como se piensa, ya que los salarios dependen de la productividad. El subsidio del paro es pagado principalmente con los salarios de la gente que trabaja, lo que reduce sus salarios. El paro puede llegar a desincentivar la búsqueda de empleo. Normalmente, las acciones sindicales son más agresivas cuando existe una ley de subsidio por desempleo. Un aumento de salarios repercute en parte en los beneficios del empresario, por lo que este, subirá el precio de sus productos, repercutiendo este coste a los consumidores.
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  19. <Suficiente para adquirir el producto creado>.
    El concepto de salarios funcionales fue creado por Marxistas con la idea de ajustar los salarios al poder adquisitivo. Pero cualquier intento de manipular los precios contribuye a disminuir el empleo y la producción. Los mejores salarios no son los más elevados, sino los que permiten una amplia producción, empleo total y el sostenimiento de las mayores nóminas.
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  20. La función de los beneficios.
    No es de justicia que los beneficios puedan ser limitados por una intervención, en tanto que le riesgo de pérdida de todo el capital se mantiene. Este tipo de intervenciones influyen sobre los índices generales de producción y de actividad empresarial, provocando escasez de bienes y desempleo. Precios y beneficios libres consiguen aumentar al máximo la producción.
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  21. El hechizo de la inflación.
    Para analizar esta situación debidamente, no se debe confundir dinero con riqueza. Muchas personas, partidarias de la inflación, plantean que si el Estado pudiera emitir más billetes, y los distribuyera a la población, la riqueza de todos aumentaría. «Los inflacionistas mejor preparados no dejan de reconocer que cualquier incremento sustancial en el volumen de dinero en circulación lleva consigo la reducción del poder adquisitivo de la unidad monetaria; en otras palabras, conduce a un aumento en el precio de las mercancías.» La principal argumentación a favor de la inflación es que pondrá en movimiento la industria. Pero mediante tal acción es imposible crear poder adquisitivo, ya que lo único que tiene verdadera capacidad de compra para adquirir bienes es el ofrecimiento de nuevos bienes a cambio de aquéllas.
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  22. La ofensiva contra el ahorro.
    Es un error pensar que las causas de las depresiones han sido provocados por un mayor nivel de ahorro, sino más bien se ha originado una resistencia temporal al gasto debida a cualquier situación de incertidumbre. El ahorro se debe usar para invertir en industrias, maquinarias… este tipo de ahorro es el que provoca una mejora sustancial para la economía. No sirve gastar toda nuestra renta en gasto improductivo sin aportar nada al crecimiento del país. Una combinación de ambos es lo idóneo.
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  23. La lección expuesta con mayor claridad.
    «Examinar los problemas en su integridad y no fragmentariamente: tal es la meta de la ciencia económica».

La tesis global de este libro puede condensarse en el principio siguiente: cuando se estudian los efectos de cualquier medida de carácter económico a implantar, es forzoso que examinemos no sólo los resultados inmediatos que su adopción producirá, sino también los resultados a largo plazo; no sólo las consecuencias primarias, sino también las secuelas secundarias, y no sólo sus efectos sobre un sector determinado de intereses, sino sobre toda la colectividad. De ello se desprende que es absurdo e induce a error concentrar nuestra atención meramente sobre un aspecto concreto de la economía, por ejemplo, analizar lo que ocurre en una industria dada, sin tomar en consideración también lo que sucede en las demás. Ahora bien, las principales falacias de la ciencia económica precisamente se encuentra su origen en el pertinaz y perezoso hábito de fijar la atención sólo en determinada industria o en un proceso económico aislado. Tales sofismas no sólo saturan los falsos razonamientos de los <sobornados> portavoces de los intereses particulares, sino que se descubren en la dialéctica de algunos economistas que pasan por profundos.


LECTURA 1. 22 MAR 2017.
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EL ALTO PRECIO DE LOS LINGOTES – DAVID RICARDO

The High Price of Bullion, A Proof of the Depreciation of Bank Notes es un libro del economista inglés David Ricardo, publicado en 1810. En el expresa su opinión sobre el problema de depreciación del papel moneda en Inglaterra, tras la aprobación de la Restriction Act (1797) que suspendía la convertibilidad del papel moneda en oro. Tras esta ley, el valor del papel moneda superaba el valor en oro que se mantenía en las reservas del Banco de Inglaterra, por lo que suponía un grave peligro para una posible bancarrota del banco. Ricardo, influido principalmente por esta ley, escribe este pequeño panfleto con la idea de criticar tal actuación y argumentar los posibles daños que le pueden ser causados a la nación, para finalmente dar su solución personal al problema.

El oro y la plata, tienen un valor intrínseco, que no es arbitrario porque depende de su escasez, de la cantidad de trabajo en obtenerlo y del valor del capital empleado en la minas para extraerlo.

Si la cantidad de oro empleado como dinero en el mundo es pequeña o abundante afectará al precio de los bienes encareciéndolos o abaratándolos.

Dependiendo de la balanza de comercio de los países, el dinero será distribuido. Una nación que avanza rápido deberá de obtener una mejor proporción del dinero del mundo. Su comercio, sus comodidades y sus pagos serán aumentados y, la moneda del mundo deberá ser dividida en estas nuevas proporciones. En cambio, una nación que pierda parte de su riqueza y su comercio, no podrá retener la misma cantidad de dinero en circulación, una parte será exportada y dividida entre otras naciones. En la última situación, en la que dos naciones tienen el mismo comercio, donde exportaciones e importaciones son iguales, se realizarán pagos pero no se modificará la cantidad de dinero de sendos países, debido a que tendrá el mismo valor en ambos.

Si alguna mina de oro es descubierta en algún país, el valor de la moneda de ese país disminuirá a consecuencia de un aumento en la cantidad de metales preciosos que se han incorporado a la circulación en ese país. Por ello, la moneda no tendrá el mismo valor que en otros países. Esto provocará que sus bienes sean exportados a otras naciones en los que los mismos bienes son más caros hasta que la mina deje de ser productiva.

Un banco, como por ejemplo el Banco de Inglaterra, que tenga potestad para emitir billetes y que a su vez, estos billetes sean prestados a comerciantes y al gobierno, está aumentando la cantidad de moneda, con las mismas consecuencias que en el caso de un descubrimiento de una mina de oro.

Una depreciación del dinero en circulación es consecuencia de su abundancia, debido a ello, es contrarrestada por la exportación de metales preciosos. Ricardo propone que, el papel moneda de una nación debe ser representativo porque solamente comparándolo con esta norma se puede estimar su regularidad o depreciación.

J. Locke, Lord Liverpool y otros escritores proponen que el único remedio para los males de la moneda es la fabricación de una medida estándar de valor. Ricardo propone que el oro sea medida de valor en vez de la plata por el ratio de comparación entre ellos a favor del oro. Ricardo en su argumentación explica algunos ejemplos donde el oro había mantenido su valor y la plata se había degradado, como en el reinado del Rey Guillermo III, cuando tuvo que reacuñar las monedas de plata. También argumenta los posibles intercambios desfavorables con otras naciones, como por ejemplo al pagar las deudas.

Ninguna persona nunca exporta o importa lingotes sin considerar primero la tasa de cambio. Si once florines en Holanda contienen una cantidad igual de plata pura como veinte chelines estándar, los lingotes de plata, iguales en peso a veinte chelines estándar, nunca podrán ser exportados de Londres a Ámsterdam mientras el intercambio esté a la par o desfavorable a Holanda. Se debe tener en cuenta el riesgo y el gasto de la exportación de dicha moneda, por lo que estos, aumentan el valor de la transacción.

Ricardo comenta que los banqueros se han excedido en el aumento de papel moneda en circulación provocando una depreciación del oro que a su vez provoca cambios desfavorables en las exportaciones e importaciones. Por lo que su idea es seguir un patrón oro, donde el papel moneda esté suficientemente respaldado por las reservas de dicho patrón representando el valor del papel moneda con su mismo valor en oro.

Si se consiente dar monedas por bienes, debe ser por elección propia, no por necesidad. Tampoco se debe importar más de lo que se llega a exportar, a no ser que se tenga una cantidad extra de divisas. La exportación de la moneda es causada por su baratura. El exceso es sólo un término relativo, la demanda extranjera surge de la deficiencia comparativa de la moneda del país importador, lo cual hace que su valor sea superior.

La solución que argumenta Ricardo para el problema de la depreciación de la moneda es que el Banco de Inglaterra debe disminuir gradualmente la cantidad de papel moneda en circulación hasta que lleguen al valor que el oro y la plata representan en su acuñación. El fracaso del papel moneda provocaría consecuencias desastrosas para el comercio. Si el Banco tuviera menos guineas de las que tuviera en billetes en circulación, no podrían pagar, sin causar daño al país, mientras que el precio del lingote de oro continuaría muy por encima del precio de acuñación y las divisas desfavorables para Inglaterra. El exceso de moneda se intercambiaría por guineas en el Banco y al exportarse, se retiraría repentinamente de la circulación. Por lo tanto, antes de pagar con seguridad en especie, el exceso de billetes debe retirarse gradualmente de la circulación. Si se hace de esta forma, se sentirían pequeños inconvenientes. Nunca se conseguirá un estado equitativo de la moneda, si no es por esta solución o por el fracaso del papel moneda.

My aim has been to introduce a calm and dispassionate enquiry into a question of great importance to the state, and the neglect of which may be attended with consequences which every friend of his country would deplore.


LECTURA 1. 2 MARZO 2017
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HISTORIA DEL BANCO DE INGLATERRA – ANDREAS ANDRÉADÈS

history-of-the-bank-of-england-andreadesHistory of the Bank of England: 1640 to 1903 (publicado en 1924) es el título en inglés que recibe el libro del economista griego Andreas Andréadès. Se divide en dos volúmenes.

El primer volumen de este libro trata sobre la historia temprana del Banco de Inglaterra, las diversas causas que condujeron a su fundación, la fundación del banco y los sucesivos desarrollos posteriores.

En el segundo volumen se examina la historia posterior, el sistema bajo el cual el Banco ha llevado a cabo sus negocio y el debate entre la Banking School y la Currency School dando lugar a la Ley de 1844.

Volumen I: 1640 – 1819.

Origen y desarrollo de la banca de Inglaterra. El Banco de Inglaterra o también conocido como The Old Lady of Threadneedle Street, fundado en 1694, es el más antiguo de Europa. «<Banca, en el moderno sentido de la palabra, no existía en Inglaterra antes de 1694> escribió Macleod».
Charles I (1600 – 1649), como Rey de Inglaterra, decidió mantener una fuerte armada, pero para ello necesitaba dinero. La Ship Money fue la tasa que, usada de modo ilegal, más dinero le generó, ya que cada año se incrementaba la cuantía. Esta tasa es un pago efectuado por todo los condados al Rey cuando en situación de peligro o invasión deben proveerle una flota marítima en vez de pagar su correspondiente pago en numerario. El Rey la uso independientemente de la situación del país, alegando que barcos piratas estaban capturando flota inglesa.
Era común que el Rey pidiera prestado dinero para los gastos de la nación.
Debido al estallido de guerras y al clima hostil, muchas personas, especialmente los mercantes, confiaban su dinero a los orfebres, a un interés próximo a cero. Estos se hicieron con una gran suma en poco tiempo. Con estas sumas los orfebres se dedicaron al intercambio de la moneda y crearon los primeros bancos. Por lo que podemos decir que los orfebres introdujeron la banca en Inglanterra.
Debido a las grandes sumas que obtenían pagando intereses irrisorios, concedían prestamos a intereses más elevados. Por lo que su negocio, obviando los impagos, era muy rentable. Al darse cuenta de estos, crearon instituciones donde las personas podían ingresar su dinero y retirarlo sin previo aviso. Cuando se ingresaba una cantidad, se le concedía un Goldsmiths note al titular del ingreso. Con el tiempo estas ‘notas’ adquirieron importancia al ser intercambiadas como dinero en grandes intercambios comerciales.
«Goldsmiths notes must thus be regarded as the earliest form of bank-notes issued in England». Los orfebres se hicieron ricos en pocos años y fueron llamados banqueros. Fueron acusados de manipular el valor de la moneda al alza, debido a impagos de varios orfebres, haciendo que el dinero depositado a estos se perdiera.

El mandato de Oliver Cromwell (1599 – 1658), se formó la república llamada Mancomunidad de Inglaterra (Commonwealth of England) en 1649 hasta 1660 tras la decapitación de Charles I of England, toleró el regreso de los judíos a Inglaterra. El comercio se vio favorecido con este acto.
Durante la república surgieron varios escritos recomendando la creación de un banco. El primer escrito que se tiene constancia es del mercantilista Sir Balthazar Gerbier titulado Some considerations of the two grand staple comodities of England (1651). Años más tarde, concretamente en 1658 se publicó otro escrito Seasonable observations humbly offered to his highness the Lord Protector de Samuel Lamb, donde comenta las ventajas que se pueden obtener para la nación gracias a un banco. Lamb traslado la propuesta al parlamento.

Tras la muerte de Cromwell, Charles II of England (1630 – 1685) ocupó el trono de su padre desde 1660 hasta 1685. Durante su reinado, los orfebres (o banqueros) empezaron a dejar prestado dinero al Gobierno más frecuentemente para mantener una gran armada. La corona no se habría podido permitir un gran ejercito sin los banqueros. Comenzaron pidiendo un 6%, pero los préstamos no cesaron y los banqueros llegaron a pedir hasta el 12%. Fueron tachados de usureros por la opinión pública, además de criticar al Rey por estar prendido en manos de los banqueros.

Charles II, firmó el Tratado de Dover con Luis XIV de Francia, no por el comercio exterior ni la conversión de Inglaterra al catolicismo, sino más bien por hacerse con una suma de dinero que sufragara la banca rota de la nación.
Debido a las guerras contra Holanda, Charles II debía grandes cantidades de dinero a los banqueros, estos a su vez no podían hacer frente a los pagos que reclamaban los depositarios. Muchos comerciantes que habían dejado su dinero a los banqueros no podían hacer uso de el y quebraron. Durante la etapa final de su reinado trató de prometer a los banqueros que su dinero les sería devuelto para evitar el colapso de la economía.

Hubo dos necesidades principales que favorecieron la creación del banco:

1. La necesidad comercial.
Se necesitaba reducir la tasa de interés debido a la cantidad de usura que había por el reino. Ya en 1364, Edward III creó la Act Ordinatio contra Usurarios pero muchos usureros pudieron evitarla. En 1545, Henry VIII mediante una ley fijó la tasa de interés en el 10%. En 1651, el economista Sir Josiah Child propuso reducir la tasa de interés aun más bajo del 6% que se databa en la época, afirmando que ayudaría a la prosperidad de la nación. William Petty y John Locke condenaban la fijación de una tasa de interés. Los orfebres aún con legislación pedían tasas de interés desorbitadas. Por lo que el Banco de Inglaterra garantizaría una tasa de interés conveniente.
Garantizar el papel moneda. Economistas de la época pensaban que era mejor el papel moneda a las monedas metálicas, William Petty escribió sobre ello en su libro titulado Quantulumcunque Concerning Money, los de este son originarias del mercante Francis Cradocke que escribió el panfleto An expedient for taking away all impositions, and for raising a revenue without taxes by creating banks for the encouragement of trade al Rey Charles II, en 1660, advirtiéndole de las ventajas que supondría la creación de un banco. Las monedas se empezaban a falsificar y degradar por lo que la población prefería el papel moneda firmado por los bancos.
Diversos escritos proponían la creación de bancos de crédito como el Proposals for a larga model of a bank de M. Lewis publicado en 1678, afirmando que mejorarían el comercio de la nación.

2. La necesidad política.
Una gran cantidad de impuestos impopulares fueron aplicados para salvaguardar la capacidad financiera de la corona, como la poll-tax (impuesto de capitación, donde toda persona debe pagarlo independientemente de su renta) introducida por Holanda. La administración civil y militar se estaban desfragmentando debido a la necesidad de dinero por las guerras. Los préstamos con altos tipos de interés se hicieron muy frecuentes. Por lo que la creación del banco ayudaría a controlar los tipos de interés como estaba sucediendo en Amsterdam y Genova.

Tras la restauración del gobierno y el auge del comercio requería la fundación de un Banco Central que reforzara la posición de Inglaterra y del papel moneda. Tras la revolución de 1688, William III necesitaba mejorar la posición financiera de la corona. William Paterson (1658 – 1719), un banquero de la época, propuso la creación del banco al Rey junto a otros mercantes como Michael Godfrey. El Banco de Inglaterra se fundó en 1694 bajo el nombre Governor and Company of the Bank of England. Siendo de carácter privado hasta su nacionalización como Banco Central de Inglaterra en 1946. Paterson fue el primer director del banco con un sueldo de 2000 libras, un año más tarde renunció debido a discrepancias en la dirección.

Los oponentes, políticos y comerciales, a Paterson por la creación del Banco de Inglaterra. El Tory Party, la facción política Whigs y los Jacobites se posicionaron en contra del banco, pensaban que en una mala situación del banco se perderían todos los fondos. El banco también encontró oposición de los orfebres (banqueros), debido a que produciría una fuerte rivalidad para su negocio. Aún contra la oposición de la House of Lords (Cámara de Lores) se aprobó por el parlamento.

En 1694 el Parlamento de Inglaterra aprueba la Tonnage Act creando el banco con una suscripción privada total de 1.200.000 Libras. La institución comenzó de una manera modesta. El banco prosperó con el tiempo gracias a muchos influyentes comerciantes y a la influencia de sus fundadores.

La restauración de la acuñación. Tras la diaria depreciación de las monedas de plata, la situación se hacía insoportable. La Act de 1695 imponía la nueva acuñación de las monedas y se impondrían castigos para todo aquel que degradara la moneda. Habían personas que estaban en contra de una reacuñación de la moneda: los prestamistas perderían una parte de sus ingresos, los terratenientes perderían una parte de sus rentas…

The Land Bank promovido por Dr. Chamberlain y aprobado en la ley Ways and Means Bill de 1696. Colapso.

Debido a una mala situación, el gobierno estaba al borde de la bancarrota. El gobierno había tomado prestado los últimos chelines e incurrió en responsabilidades con Holanda, finalmente suspendió pagos. Tuvo que pedir ayuda al Banco. Se obligó al banco a aumentar su capital y a aceptar cuentas depreciadas, este sistema al disminuir el número de cuentas había contribuido a aumentar su valor y por lo tanto, a restablecer el crédito papel moneda a expensas del banco. Los directores del banco, presionados por los accionistas, demandaron garantías para garantizar su negocio. Se creó la segunda ley del Banco llamada Renewal and extension of the Charter of the Bank of England en 1697 donde los privilegios del Banco serían renovados y ampliados.
1- El Banco añadiría aproximadamente un millón a su capital.
2- Cualquier persona puede suscribirse.
3- Toda persona suscrita puede incorporarse a la compañía.
Debido a estos sacrificios, se le concedieron una serie de privilegios:
1- La corona repondrá las sumas prestadas al banco hasta 1710.
2- Durante este tiempo no se podrá fundar ningún otro banco.
3- Se le permite cobrar hasta un interés del 8%.
4- Antes de realizar una suscripción, el capital original debía alcanzar el 100% para cada propietario.
5- Se le concede emitir billetes por valor del total de su capital.
6- El banco está exento de pagar impuestos.
7- Será delito manipular los billetes del banco.
Los efectos de esta ley fueron satisfactorios. Hasta 1699 los tipos de interés descendieron debido al aumento de capital y a la buena salud del comercio.

Tras la muerte de Carlos II Rey de España (el último de la casa de Hasburgo) se produjo un conflicto bélico internacional, de 1701 hasta la Paz de Utrecht en 1713, por la sucesión al trono español entre los borbónicos (apoyados por Luis XIV de Francia) y los austracistas (apoyados por William III of England y el Sacro Imperio Romano Germánico).
William III a pesar de la oposición del parlamento por entrar en un conflicto concurrió a la guerra debido a la provocación de Francia. Esta decisión supuso un aumento de impuestos en todo el país y préstamos masivos para mantener la armada. El Banco de Inglaterra ayudó al gobierno en la guerra a cambio de aumentar sus privilegios.

La Act of Settlement aprobada en 1701 cambio la sucesión a la corona de Inglaterra. Tras la muerte de William III en 1702, Anne of Great Britain le sustituyó siendo la última de la dinástica de la casa Estuardo que gobernaría en Inglaterra.

En 1707 el Banco de Inglaterra entró en crisis. Estando el país en guerra, los activos públicos disminuyeron de valor. Los banqueros privados intentaron arruinar a su rival aprovechando el apoyo de los enemigos de la dinastía reinante mediante la no aceptación de billetes del banco. Tras la ayuda de la reina y de varios duques en forma de préstamos sumado al apoyo financiero de los accionistas, el peligro se disipó.

La Act of 1709, The Bank’s Charter renewed and extended supuso nuevamente un aumento de los privilegios del banco debido a la petición de ayuda por parte del gobierno. El banco prestó grandes sumas de dinero al gobierno, a cambio, obtuvo permiso para doblar su capital pasando a ser casi 6,5 millones de libras y la continuación de sus privilegios por 21 años más. Finalmente, el monopolio del banco fue fortalecido. El monopolio de emisión del Banco sólo estaba limitado por orden formal de no emitir billetes por una cantidad superior a su capital. En 1713, último año de la guerra, el banco prestó el último préstamo asegurando la continuación de sus privilegios hasta 1743.

La Reina Anne murió en 1714 y se estableció en el trono la dinastía Hannover con su primo George I of Great Britain. La Act of 1716 eximió al banco de la leyes de usura que mermaban su capacidad comercial a cambio de la condenación de la deuda restante con el gobierno.

The South Sea Company se fundó, en 1711, con la principal intención de financiar la deuda del Estado y a cambio recibir el monopolio comercial en América del Sur y América Central del transporte de esclavos. Se produjo una burbuja especulativa sobre las acciones de la compañía debido a la refinanciación de la deuda inglesa, las acciones aumentaron vertiginosamente de valor para luego caer del mismo modo. La economía se colapso y la sociedad en general se empobreció. El Banco de Inglaterra estuvo al borde de la ruina debido a los préstamos concedidos y del papel moneda entregado. Los directores de la compañía fueron juzgados por corrupción en 1721 tras destapar el fraude. Robert Walpole (nuevo Secretario del Tesoro) fue el encargado de realizar medidas para restablecer la confianza en el sistema: el patrimonio de los directivos juzgados fueron confiscados para absorber pérdidas y las acciones de la compañía pasaran a manos de el Banco de Inglaterra y la Compañía de las Indias Orientales.

Sucesión en el trono en 1727, nuevo Rey George II of Great Britain.

Establecimiento de un fondo de reserva. Hasta 1722 el banco repartía completamente todas las ganancias en forma de dividendos. Para saldar una futura emergencia se decidió establecer un fondo de reserva llamado The Rest.
Renewal Of The Charter in 1742. En 1742 expiraba el monopolio concedido por el Estado. Justamente en ese año el Estado tenía algún problema de financiación, por lo que con un nuevo préstamo del banco, el Estado le renovó el monopolio hasta 1764.

En 1761, Rey George III of the United Kingdom.

Renewals of the Bank Charter 1786 hasta 1812 debido al préstamo de dos millones al 3% de interés.
La crisis de 1763 estuvo precedida por diversas quiebras en el continente derivadas del final del conflicto de la guerra de los siete años. Muchos comerciantes quebraron, los bancos tras los prestamos concedidos a estos, también se vieron en dificultades.
La crisis del crédito de 1772 comenzó en Londres a causa de la especulación comercial, arrastrando más tarde a Escocia y Holanda. La crisis se resolvió a concesiones crediticias de grandes bancos privados.
El gobierno ordenó en 1774 una nueva acuñación de la moneda reduciendo el valor de una onza de oro debido al continuo aumento de valor que se estaba produciendo en la moneda.
La crisis de 1783 comenzó con la Independencia de los Estados Unidos de América en 1782, debido a que el comercio, transacciones y retirada de metales precisos comenzaron a prosperar rápidamente tras la firma de la paz y junto a una abundante emisión de billetes. El banco restringió la emisión como medida a la crisis.

Al principio del siglo XVIII, se produjo la primera revolución industrial. El país se inundó de fabricas algodoneras debido a las importaciones de este material procedentes de la india. Tras diversos inventos y un proceso de mecanización de la producción, la población fue mayoritariamente empleada. Una de las medidas que más ayudó a la transformación del país fueron la creación de canales para el transporte de mercancías. El parlamento creó muchas leyes con el fin de autorizar la creación de diversos canales que unían ciudades, puertos… James Watt patentó en 1769 la máquina de vapor, más tarde fue reconocido como el invento que más ayudo a la industrialización.

Sin el monopolio comercial y auge de grandes empresarios que gozaba Inglaterra, está no hubiera podido aguantar la guerra de conquista emprendida por Napoleón I Bonaparte conocida como Guerras Napoleónicas (1803 – 1815).

William Pitt «El Joven» (1759 – 1806) formado en la Universidad de Cambridge fue Primer Ministro del Reino Unido por un total de 20 años. Posteriormente fué Ministro de Haciendo reduciendo la deuda nacional entre 1786 y 1793. Fue muy criticado por dar subsidios a los aliados en la guerra. Muchas personas confundieron la exportación de metales con los subsidios y se olvidaron de los ejércitos que Inglaterra debía de mantener en el exterior.

En Febrero de 1797 el Banco de Inglaterra suspendió los pagos en efectivo causado por: el desorden en la circulación del papel moneda, la alarma general debido a la invasión francesa, la exportación excesiva de lingotes y monedas al continente, y la imprudente influencia del gobierno. Todo comenzó con la caída del Banco de Newcastle. La reserva del Banco de Inglaterra se redujo y se disminuyó la cantidad de billetes. La Bank Restriction Act del 3 de Mayo de ese mismo año condujo a los siguientes cambios para reducir la escasez de moneda: se le otorgó una clausula de indemnización, se prohibió pagar en efectivo a los acreedores, el banco no podrá hacer adelantos de dinero durante la restricción, si alguien deposita en el banco una suma menor de 500 libras en oro se le anotaran como 3/4 de esa cantidad, el banco recibirá solamente el pago de sus deudas en dinero en efectivo y lo billetes del banco mantendrán la misma paridad en todas las oficinas publicas de impuestos. Durante los primeros años de la nueva ley, el gobierno y el banco intentó definir las reglas y condiciones de un saludable papel moneda. Los intercambios eran tan favorables que el oro entraba en las arcas del banco en grandes sumas. Fue una gran ley que mejoró la situación del país llevada a cabo principalmente por Pitt.

The Bullion Report en el Bullion Commitee de 1810, fue la gran controversia monetaria del siglo XIX, donde se proponía volver al patrón oro debido a las crisis producidas y al mal gobierno de los directores del banco. El aumento del papel moneda acompañado de dos fenómenos como el aumento del precio del oro y la caída del cambio. Debido a esto, el parlamento decidió crear el Bullion Commitee formado por los más competentes miembros del parlamento. El informe que realizó este comité se llamo The Bullion Report y analizó con mucha controversia diversas cuestiones monetarias para finalmente llegar a unas conclusiones:
1. La depreciación de los billetes del banco. Desde la suspensión de los pagos en efectivo, el oro había dejado de ser parcialmente la medida de valor, y el único medio de valor era el medio circulante (billetes y monedas en poder del publico), emitido por el Banco de Inglaterra y diversas entidades bancarias, este medio circulante variaba sólo en proporción a su cantidad. Era muy deseable que su valor correspondiera al del oro.
2. Los posibles efectos de un incremento de las emisiones sobre el tipo de cambio. Solo se pueden explicar por la depreciación de la moneda.
3. La influencia que una disminución de las emisiones puede tener sobre el precio del oro y la tasa de cambio. Cuando la moneda metálica y el billete bancario se deprecian por igual, disminuye el precio del oro y establece el tipo de cambio a la par.
4. La política que debe ser adoptada en la regularización de las emisiones. En particular, la cuestión de si esta política debe variar en función de la convertibilidad o inconvertibilidad de los billetes. Después de la ley de restricción, el único criterio a controlar era el de la demanda de descuento.

La ley de cese de la restricción o más bien llamada The Act of 1819 se estableció con el fin de impulsar la economía después de varias sesiones de debate en el parlamento donde se concluyo que se debían de reanudar los pagos en efectivo y que la cantidad de moneda no debía de ser reducida. Concretamente se aprobó que la restricción de los pagos en efectivo cesarían para 1823, el comercio de oro y monedas es declarado libre y se prohibió realizar cualquier tipo de préstamo al gobierno sin la aprobación del parlamento. En 1821 antes de la suspensión de la ley en 1823, el papel moneda se reemplazó por una moneda respaldada por un patrón metálico.

Volumen II: 1819 – 1903.

La crisis de 1825 surgió debido a la independencia de las colonias de América del Sur, donde para Inglaterra se abrió una puerta al comercio. Muchas compañías incrementaron sus negocios comerciales y trajeron una gran cantidad de bienes. Los precios de la necesidades se doblaron. Tras este aumento, la reacción que se produjo fue que los precios volvieron a caer, las empresas comerciantes algodoneras se vieron afectadas produciendo el pánico en la sociedad inglesa. El banco de Inglaterra comenzó a emitir billetes y dejar dinero prestado salvando algunos bancos.

The Act of 1826 se centró en la reorganización del crédito del país favoreciendo la creación de nuevos bancos de acciones para mejorar la circulación en el país y la suspensión de los billetes pequeños (menos de 5 Libras) ya que se decía que aumentaban los precios y la especulación.

The Act of 1833. Las medidas tomadas fueron: los billetes del Banco de Inglaterra no eran de curso legal hasta esta ley con la idea de proteger al banco, el banco estaba exento de la ley de usura por lo que podía cobrar intereses por encima del 5% y el gobierno reparó un cuarto del capital del banco que se había reducido; en cambio, el banco debía de presentar las cuentas mensualmente.

La crisis de 1836 a 1839. Los tres años después de aplicar la Act of 1833 fueron de prosperidad obligados por las satisfactorias cosechas y al incremento de empresas de ferrocarriles. Esta situación creó un aumento de la especulación empresarial. La crisis Irlandesa y Americana hizo que le Banco de Inglaterra no aceptara letras emitidas por bancos de acciones y el colapso se produjo porque muchas empresas habían trabajado con estos bancos de acciones. En 1838 las cosechas no fueron abundantes y se tuvo que importar 10 millones de libras en trigo. El oro seguía saliendo de la nación. El Banco de Inglaterra estuvo cerca de la bancarrota. Gracias al prestado de bancos Franceses y Alemanes, el Banco de Inglaterra pudo sobrevivir a esta crisis.

Muchos autores y hombres de negocios de la época hicieron hincapié en que la crisis se había producido por la fluctuación de la moneda. Se crearon dos corrientes: la Banking School y la Currency School.

Banking School. Su principal idea era la no limitación de la emisión de papel moneda por los bancos. La cantidad de papel moneda no depende de los deseos del banco, sino de la necesidad del público.  La cantidad de billetes del banco dependen de la cantidad de facturas presentadas por las empresas para descuento dependiendo en última instancia de la actividad empresarial.

Currency School. El pensamiento de esta corriente se basa en que la emisión de billetes debe de estar siempre respaldada por oro. Debe ser ilegal para los bancos reemplazar billetes por una exportación de oro, sino más bien deben de reducir sus billetes en la proporción de la exportación de oro.

Lord Overstone fue el primer promotor de The Law of 1844, basada en las ideas de la Currency School, escribiendo sus ideas con antelación. Hizo hincapié en la importancia de publicar las cuentas para conocer en todo momento la cantidad de billetes en circulación y la cantidad de lingotes. Su segunda idea fue la separación del Banco en dos departamentos: el departamento comercial del banco y el departamento regulador de la moneda. Otra idea a destacar fue la obligación impuesta al Banco de comprar oro a un precio fijo. Y finalmente, la regulación de la circulación de billetes de acuerdo con las fluctuaciones que habría sufrido si hubiera sido dinero acuñado.

Sir Robert Peel y The Act of 1844. Sir Robert inspirado en las ideas de la Currency School argumentó que en la historia de la banca inglesa, muchos bancos habían llegado a la bancarrota por la desmesurada emisión de dinero que habían realizado. Por ello, propuso que un banco central con derecho a emisión tiene el poder de controlar a los demás bancos.

La Act of 1844 se aprobó en la Cámara de los Comunes con 185 votos a favor y 30 en contra. La ley se puede dividir en las medidas que afectan al Banco de Inglaterra y las medidas que afectan a los demás bancos.

Medidas que afectan al Banco de Inglaterra:
Primera, la división en dos departamentos del Banco de Inglaterra, el de emisión y el banco comercial.
Segunda, no se podrá sobrepasar la cantidad de emisión de billetes respecto a la paridad de oro en poder del Banco de Inglaterra.
Tercera, el Banco de Inglaterra es la única institución con potestad para emitir billetes.
Cuarta, el banco queda exento de todos los derechos de timbre en sus pagarés, pero a cambio, recibiría una cantidad anual del gobierno.
Quinta, el banco se verá obligado a comprar a un precio fijo (£3 17s. 9d.) todo el oro que se le ofrece.
Sexta, las cuentas semanales deben enviarse al gobierno y publicarse en la London Gazette.

Medidas que afectan a los demás bancos:
Se les respetará el derecho que tenían los banqueros antes de 1844 de emitir billetes cumpliendo las condiciones siguientes:
Primera, se limita la cantidad de emisión.
Segunda, cualquier banquero declarado en quiebra, perderá su derecho de emisión.
Tercera, los billetes emitidos por los bancos no serán de curso legal.

Es evidente que esta ley instaba a eliminar gradualmente toda potestad de emitir billetes exceptuando al Banco de Inglaterra.

El plan del Banco Nacional de David Ricardo. Ricardo reconocía la división en los dos departamentos del Banco de Inglaterra. Su idea era crear un Banco Estatal con la única función de emitir billetes, dejando de lado el departamento comercial. Los billetes debían ser emitidos contra el oro, con excepción de una cantidad que no excediera los 25 millones en valor, que el Banco podría emitir sin cubrir.

La crisis de 1847. La crisis se produjo por malas cosechas de patatas, sobretodo en Irlanda, que favorecieron la importación de grano exterior; la gran especulación sobre los trenes llamada «The Railway Mania» y las fuertes medidas contra la exportación de oro; aumentaron la demanda de oro y ello derivó en una crisis. En los primeros años de crisis, cuando el oro salió del país, el ratio de descuento no se modificó, la situación año tras año fue empeorando hasta que el Banco de Inglaterra se vio en la tesitura de aumentar el interés de descuento. Aún así, algunas grandes empresas dedicadas a los cereales y diversos bancos como el Royal Bank of Liverpool se vieron en la obligación de cerrar. Finalmente y ante esta pésima situación, el Banco de Inglaterra tuvo que elegir entre arruinar el comercio británico o suspender la Act of 1844. Con la ley suspendida, el Banco de Inglaterra pudo asistir al mundo comercial británico imprimiendo billetes. El banco asistió a diversas compañías comerciales y financieras.

La crisis de 1857 fue producida en primera instancia por los daños en los mercados debido a una crisis en América debida a su vez a la ilimitada especulación como principal causa. También influyó el gran crecimiento del comercio exterior, la gran importación de oro y al notable desarrollo de la banca y del crédito (facilidades para obtener créditos). Juntando todas estas causas, la presión en los mercados causó el pánico en Inglaterra. Durante estos años se aumento el ratio de descuento para mitigar la situación.
La crisis proveniente de América fue causada por tres motivos: los grandes descubrimientos de minas de oro, la extensión del ferrocarril y el desarrollo de la banca con su especulación.

La crisis de 1866 (causas económicas en Inglaterra de la guerra de secesión americana). Después de la guerra de secesión o civil fueron años de dificultad financiera para Europa. La afluencia de oro a Europa causado por el establecimiento de un patrón inconvertible de papel moneda en los Estados Unidos causó un aumento de precios a la vez que prosperidad en los negocios y la perturbación del mercado algodonero causados por el bloqueo en los puertos americanos fueron las causas más notables para esta crisis. Gracias a mantener un alto tipo de interés, pudieron atraer capital extranjero.
Esta crisis tuvo aspectos positivos: los bancos y compañías débiles acabaron desapareciendo y las prácticas financieras evolucionaron a métodos comerciales. Gracias a estos mayoritarios aspectos no hubieron crisis en veinte años.

La crisis de 1890 o «The Baring Crisis«. La Baring Brothers fue la compañía bancaria comercial más antigua de Londres. Ante el aumento de los tipos de interés, la compañía Baring colapso produciendo un pánico en los mercados ingleses. La gente comenzó a tener miedo pensando que una futura crisis comenzaba precisamente por la caída de una compañía tan grande. Gracias a la intervención del Banco de Inglaterra el pánico desapareció.
Ante esta crisis, el Gobernador del Banco de Inglaterra, Mr Lidderdale, llevó a cabo unas medidas: creó un fondo de garantía, importó oro del exterior (principalmente de Francia) y mantuvo la tasa de interés por encima del 6%.

Tras la crisis de 1890 se sugirió que se modificara y adaptara la Act of 1844. Mr Goschen fue uno de los hombres de estado que pronunció un discurso centrado en la insuficiencia de reservas de oro comparadas con otros países advirtiendo que la insuficiencia no es un problema, debido a que el oro se puede obtener, el problema es el tiempo en obtenerlo; y al deseo de una elasticidad en tiempos de crisis para que el Banco de Inglaterra pueda imprimir billetes y conseguir reactivar la economía.

 «The Act has for a long time been the object of violent attack.«


LECTURA 1. 12 FEB 2017.
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