A Tract on Monetary Reform (1923) es uno de los libros más significativos del británico John Maynard Keynes (1883 – 1946), considerado como uno de los economistas más influyentes del siglo XX. El 80% de su obra es un estudio sobre la economía monetaria. Fue un alto funcionario de la administración, profesor de Cambridge, negociador internacional de Inglaterra…
Para comprender la obra, es importante fijarse en el contexto histórico en el que está escrita. Después de la IGM, en el año 1923, continuaba la hiperinflación en la República de Weimar donde el marco alemán perdió todo su valor, EE.UU. seguía con su rápido desarrollo económico y Francia e Inglaterra se recuperaban de la contienda. Entre otras cosas, critica la inconveniencia de regresar al patrón oro.
Capítulo 1. Las consecuencias sociales de las variaciones en el valor del dinero.
«El dinero sólo importa por lo que nos puede proporcionar».
Un cambio en el valor del dinero, es decir, en el nivel de precios, es importante para la sociedad cuando este cambio afecta de manera desigual a las personas de una sociedad.
La inflación como la deflación ocasionan graves daños a la economía y se repercute a la sociedad de un país. Ambas alteran la distribución de la riqueza entre las clases.
Cambios en el valor del dinero en tanto afectan la distribución. Inflación.
El avance de la inflación en el tiempo se ha debido a las necesidades de financiación de los gobiernos y a la presión que puede ejercer la clase deudora.
«La caída en el valor del dinero desanima la inversión, pero también desacredita a la empresa».
La inflación redistribuye la riqueza entre las tres clases sociales de una manera muy desigual. Perjudica gravemente al inversionista (recorta su capacidad de ahorro), es muy conveniente para el empresario (debido al aumento de los precios mes a mes, el empresario obtiene aumentos en sus beneficios) y puede llegar a ser beneficiosa para los asalariados (cuando el valor real del dinero fluctúa mucho, es complicado distinguir entre capital e ingreso, por lo que puede gastar en consumo corriente sus ahorros del futuro).
Cambios en el valor del dinero en tanto afectan la producción. Deflación.
Un cambio en el nivel de precios provoca una redistribución entre prestatarios y prestamistas.
La deflación, que produce una disminución de los precios, llega a un determinado momento que empobrece a los trabajadores (desempleo) y empresarios, ya que estos últimos se ven obligados a reducir su producción con el fin de evitar mayores pérdidas.
«La intensidad de la producción depende fundamentalmente, … , de la ganancia real esperada por el empresario».
El riesgo también influye en la producción. Un empresario mientras está produciendo un bien incurre en gastos en término de dinero, debe pagar salarios, pagar materias primas…, por lo que su ganancia depende de la estabilidad del valor del dinero.
«De todo esto se sigue no sólo que los cambios en los precios que efectivamente ocurren benefician a algunas clases y perjudican a otras, sino que un temor generalizado de una caída de precios puede inhibir el proceso productivo en su conjunto».
Capítulo 2. Las finanzas públicas y el valor de la moneda.
«La teoría cuantitativa del dinero sostiene que la cantidad de efectivo que la comunidad requiere suponiendo ciertas costumbres establecidas en los negocios y en la banca, y suponiendo también una determinada distribución de la riqueza, depende del nivel de precios. … La teoría infiere de aquí que el valor real agregado de todo el papel moneda en circulación permanece más o menos constante independientemente del número de unidades que circulan, siempre que los hábitos y la prosperidad de la gente no cambien, … lo que es lo mismo que afirmar que la cantidad total de dinero en circulación posee un poder adquisitivo virtualmente fijo».
Si una nación necesita financiar sus finanzas públicas durante un periodo de tiempo, ya que no se puede aplicar permanentemente, y no tiene otra alternativa para ello, puede comenzar a emitir papel moneda, provocando inflación, de manera que se asegura unos ingresos para financiar sus gastos.
Esta medida se puede caracterizar como un impuesto ineludible para la sociedad, ya que merma su capacidad adquisitiva al añadir más billetes en la circulación monetaria. Es tan cómodo el dinero como método de cambio, que las personas prefieren pagar este impuesto, si este no llega a niveles prohibitivos.
«El gobierno deberá recordar, además, que aunque un gravamen no sea prohibitivo puede no resultar rentable y que el máximo rendimiento derivará de una imposición media y no de una extrema».
El gobierno también tiene otra opción, debido a que la depreciación provoca una reducción en los títulos reales que ostentan las personas a las que el gobierno les debe pagar la deuda que ha contraído con ellos. «Sería quizá demasiado cínico suponer que los gobiernos deprecian sus monedas adrede para asegurarse las ventajas comentadas antes».
La alternativa a la devaluación, para Keynes, es un impuesto sobre el capital.
En resumen, las tres soluciones de Keynes para solucionar una deuda excesiva:
Primero, un repudio de la deuda. Es complicado realizarlo en la práctica.
Segundo, una depreciación de la moneda, que se transforma en una devaluación.
Tercero, un impuesto sobre el capital.
Los ahorradores pierden más con el hundimiento de la moneda y prefieren el impuesto al capital, en cambio, los empresarios, pierden más con el impuesto al capital y prefieren el hundimiento de la moneda. Keynes piensa que un país se decantará por la injusta y desastrosa depreciación monetaria.
Capítulo 3. Las teorías del dinero y los cambios de divisas.
Teoría cuantitativa del dinero.
Trata del poder de compra o del valor en términos de bienes de una moneda nacional.
«La teoría parte del hecho de que el dinero como tal no tiene utilidad, salvo la que se deriva de su valor de cambio, es decir, de la utilidad de las cosas que puede comprar».
Las ecuaciones de Keynes derivan de las de Alfred Marshall con algunos matices.
Ecuación (simple): n = p k
n = oferta monetaria: billetes u otras formas de efectivo en circulación.
p = precios al consumo: precio de cada unidad de consumo.
k = unidad de consumo: demanda de liquidez para adquirir bienes de consumo.
Siempre que k permanezca constante, n y p varían juntos, es decir, si aumenta la cantidad de dinero en circulación aumentarán los precios.
Ecuación (ampliada): n = p ( k + r k’ )
r = coeficiente de caja, de hecho es un tipo de interés.
k’ = demanda de moneda fiduciaria, dinero en las cuentas de los bancos.
En una sociedad más avanzada se incorpora el coeficiente de cajas y el dinero en las cuentas bancarias. Mientras k, k’ y r no varíen tenemos el mismo efecto que en la ecuación simple. La proporción entre k y k’ varía según la preferencia del público entre tener dinero en el bolsillo o depositarlo en los bancos, esto dependerá de las costumbres de la sociedad. El punto de equilibrio entre k y k’, como explicó Marshall, se da cuando las ventajas de mantener efectivo se compensan con las de gastarlo o invertirlo.
En el corto plazo, una inflación moderada provoca ilusión monetaria y aumenta la demanda de dinero. El aumento de n se amortigua con el aumento de p y k.
Dependiendo del ciclo k’ puede variar. El Banco Central debe tener potestad para intervenir sobre r para estabilizar n.
La teoría de la paridad del poder adquisitivo.
Es la teoría de los cambios internacionales, donde se estudia el valor relativo de dos divisas nacionales diferentes. La doctrina de Keynes se basa en la explicación de la paridad del poder adquisitivo de David Ricardo, donde destaca que ha funcionado eficazmente.
Esta doctrina se puede resumir en cuatro puntos:
Primero, el poder de compra de una moneda inconvertible en su país depende de la teoría cuantitativa que acabamos de ver.
Segundo, el poder de compra de una moneda inconvertible en el extranjero depende de su relación de cambio entre la moneda local y extranjera multiplicada por el poder de compra de la moneda extranjera en su país.
Tercero, el poder de compra interno y externo de una moneda debe ser el mismo, sino se produciría un movimiento comercial para aprovecharse de la desigualdad.
Cuarto, paridad del poder adquisitivo, en condiciones de equilibrio, el tipo de cambio entre dos monedas tenderá a igualarse con la relación entre el poder adquisitivo de dichas monedas.
La fluctuación estacional.
Debido a especulaciones, decisiones de empresarios, medidas de los gobiernos… es inevitable que haya fluctuaciones estacionales en los tipos de cambio, a no ser que las autoridades tomes medidas exprocesas para evitarlas, como la garantía de convertibilidad u otras.
El mercado de futuros de las divisas.
Keynes aborda en este apartado del capítulo tercero como un comerciante puede evitar el riesgo cambiario derivado de un intercambio.
Se aboga por que los comerciantes realicen sus operaciones mercantiles mediante una transacción a futuro, donde normalmente evitan el riesgo y consiguen su producto a un precio algo inferior.
Un contrato a plazo o a futuro es un tipo de convenio donde el comerciante que compra las mercancías no debe de pagar hasta que el vendedor se las haya proveído, aunque si que puede estar obligado a dar una señal para asegurar el futuro pago. Este tipo de pago es más caro que un pago al contado o spot, pero compensa debido a que evitada muchos riesgos.
Que influye según Keynes para que los comerciantes se decidan por transacciones a futuro o a contado. En primer lugar, la tasa de interés; en segundo lugar, los riesgos financieros y políticos; en tercer lugar, dependiendo de quien domino el mercado a futuro si compradores o vendedores; y en último lugar, hay que tener en cuenta que el mercado libre no se cumple.
Capítulo 4. Diversos objetivos de la política monetaria.
«En la mayor parte de los países, salvo en los Estados Unidos, la inestabilidad monetaria ha estado compuesta de dos elementos: el fracaso de las monedas nacionales en mantenerse estables en términos de lo que se suponía era el patrón de valor, es decir, el oro, y el fracaso del propio oro en conservar su estabilidad en términos de poder adquisitivo».
Devaluación vs deflación.
La deflación no es deseable debido a que produce una redistribución de la riqueza desde los agricultores, industriales… hacia los prestamistas y en muchas ocasiones la deflación no se puede llevar a cabo.
Estabilidad de precios vs estabilidad de cambios.
Esta decisión depende en parte de la importancia en el comercio exterior de cada país.
Para Keynes, es preferible a ser posible, una estabilidad de precios.
La estabilidad de cambios favorece a un país que se dedica en gran parte al comercio internacional.
La estabilidad de precios es importante para evitar males como una gran inflación o deflación, vistas en el primer capítulo.
El restablecimiento de un patrón oro.
El restablecimiento del patrón oro puede dar al país una estabilidad de precios y cambio si todos los países lo restablecen.
Los partidarios del patrón oro argumentan que dicho patrón proporciona un patrón de valor razonablemente estable y que una moneda controlado estará abocada al fracaso debido a la falta de sabiduría de las autoridades.
Poniéndonos en el tiempo histórico de Keynes, él reconoce que el patrón oro funcionó y fue importante en el pasado para mantener estable los precios y cambios, debido a su valor estable, pero en esta venidera época carece de validez.
Keynes comenta que la tasa de interés es la encargada de regular la expansión y contracción del crédito en favor de la estabilidad económica y de los precios.
«En realidad el patrón oro ya es una reliquia bárbara. Todos nosotros, desde el gobernador del Banco de Inglaterra para abajo, estamos hoy básicamente interesados en la preservación de la estabilidad de los negocios, de los precios y del empleo, y si debemos escoger, no es probable que los sacrifiquemos deliberadamente al desgastado dogma, que en su día fue valioso, de 3 libras 17 chelines y 10 1/2 peniques por onza».
Capítulo 5. Propuestas concretas para la futura regulación del dinero.
Keynes realiza sus propuestas en referente a dos aspectos:
«1. Un método para regular la oferta de dinero y de crédito con vistas a mantener el nivel interno de precios tan estable como sea posible, y
2. Un método para regular la oferta de divisas a fin de evitar las fluctuaciones puramente temporales provocadas por factores estacionales o de otro tipo y no por una perturbación permanente en la relación entre los niveles interno y externo de precios».
Propuestas para Gran Bretaña, Estados Unidos y otros países:
La Tesorería y el Banco de Inglaterra deben de establecer como objetivo primario la estabilidad de los precios en detrimento de la estabilidad de los tipos de cambio.
El Banco de Inglaterra debe regular (no fijar) el precio del oro, como regula el tipo de descuento.
Para servir la deuda estadounidense, la Tesorería Británica, a través del Banco de Inglaterra deberá comprar medio millón de dólares por cada día laboral, de este modo, se pueden minimizar las fluctuaciones estacionales analizadas en el capítulo tercero.
«El precursor de la estabilidad de precios frente a la de cambios, el profesor Irving Fisher, abogó por la primera, en la forma de su «dólar compensado», que se ajustaría automáticamente según un índice de precios, sin que opiniones ni arbitrarios desempeñaran papel alguno». Keynes criticó a Fisher diciendo que su idea no era prudente ni practicable. En opinión de Keynes, si se esperaba a que la variación en los precios estuviera ya en marcha para aplicar medidas correccionales, es posible que se llegara demasiado tarde. Según Keynes, el método de Fisher puede ser valioso para corregir tendencias a largo plazo, pero no a corto.