An essay on the principle of population (1798) es el libro más conocido del economista británico Thomas Robert Malthus (1766 – 1834). Fue un clérigo anglicano, graduado en filosofía y teología, profesor, estudioso de la economía política y de la demografía. Perteneció a la Royal Society, que es la sociedad científica más antigua del Reino Unido.
Como se cita en el prefacio del libro, este ensayo, debe su origen a una conversación de Malthus con un amigo suyo, en torno al ensayo de William Godwin (1756 – 1836), político y escritor británico, sobre la avaricia y la prodigalidad, publicado en The Inquiry concerning Political Justice, and its Influence on General Virtue and Happiness.
Nada más comenzar la obra, Malthus no habla sobre dos postulados acerca de las leyes de la naturaleza: el alimento es necesario a la existencia del hombre, y la pasión entre los sexos es necesaria y se mantendrá prácticamente en su estado actual.
«Considerando aceptados mis postulados, afirmo que la capacidad de crecimiento de la población es infinitamente mayor que la capacidad de la tierra para producir alimentos para el hombre.
La población, si no encuentra obstáculos, aumenta en progresión geométrica (1,2,4,8,16,32…). Los alimentos tan sólo aumentan en progresión aritmética (1,2,3,4,5,6,7…). Basta con poseer las más elementales nociones de números para poder apreciar la inmensa diferencia a favor de la primera de estas dos fuerzas.
Para que se cumpla la ley de nuestra naturaleza, según la cual el alimento es indispensable a la vida, los efectos de estas dos fuerzas tan desiguales deben ser mantenidos al mismo nivel.
Esto implica que la dificultad de la subsistencia ejerza sobre la fuerza de crecimiento de la población una fuerte y constante presión restrictiva.»
Por lo tanto, según los cálculos de Malthus, se puede observar que el crecimiento de la población tiene un límite. En el anterior gráfico comprobamos que cuando la población y los alimentos se cruzan en el punto de la gráfica, al que llamaremos techo maltusiano, donde la población a partir de ahí ya no puede seguir creciendo, debido a que la población crece más rápidamente que alimentos se pueden producir. Pero si llegado el caso, la población ha crecido más que los alimentos, esa cantidad de alimentos ahora tiene que alimentar a un número mayor de población, los pobres vivirán mucho peor, llegando incluso a la miseria. Debido a que el alimento deberá de ser distribuido en raciones más pequeñas y, por consiguiente una jornada de trabajo permitirá la adquisición de una cantidad menor de alimentos. El crecimiento de la población no puede ser frenado sin producir miseria o vicio. Para Malthus, la población de un país está en función de la cantidad de alimentos que produce; y su felicidad, por la cantidad de productos que el trabajo de un día es capaz de adquirir.
«En los Estados Unidos de América, donde los medios de subsistencia han sido más abundantes, las costumbres más puras y, por consiguiente, los matrimonios más fáciles y precoces que en cualquiera de los países modernos de Europa, la población resulta haber doblado en el curso de veinticinco años.» Esta es una experiencia real que Malthus adopta como regla. «El principio de que la población, cuando no lo impide ningún obstáculo, va doblando cada veinticinco años, creciendo así en progresión geométrica.«
En Europa, en el siglo XVIII, los dos obstáculos que impidieron el crecimiento de la población fueron: el miedo ante las dificultades que supone el mantenimiento de una familia, y el hambre y las privaciones sufridas por la infancia en las clases humildes.
Para Malthus existen dos clases de frenos al crecimiento de la población:
Obstáculo preventivo: este ejerce su acción en todas las capas sociales. Disminuye la tasa de natalidad debido a causas morales. Ej: dificultades de mantener una familia.
Obstáculo positivo: este ejerce su acción en las capas inferiores de la sociedad. Miseria, vicio, guerras…
«Es difícil concebir un obstáculo al crecimiento de la población que no pueda incluirse en la descripción de alguna forma de miseria o vicio.«
Malthus se posiciona en contra de las Leyes de Pobres (Poor Laws: s.V al s.XV) calificándolas de inefectivas.
«Para poner remedio a los frecuentes infortunios del pueblo, fueron instituidas en Inglaterra las leyes de pobres; pero es de temer que si bien estas leyes han aliviado un poco la intensidad de algunas desgracias de carácter individual, en cambio han extendido el mal general sobre una superficie mucho mayor.»
Si se le concede una ayuda en forma monetaria a las clases pobres, por lo que parece que aumenta su capacidad adquisitiva, estas personas no les faltará todas las noches un trozo de filete de carne en sus platos, pero para Malthus esto es un pensamiento erróneo. Debido a que estas personas disponen de más dinero, se generaría una competencia entre compradores para comprar esos filetes, finalmente acabaría aumentando el precio de la carne. Por lo que queda en entredicho la efectividad de estas medidas. «No me cabe la menor duda de que las leyes de beneficencia inglesas han contribuido a elevar el precio de las subsistencias y a rebajar el precio real del trabajo».
«Los ricos pueden convertirse en pobres y algunos de los pobres en ricos, pero sobre una parte de la sociedad deben necesariamente recaer las dificultades de la vida, y éstas recaen, por la ley natural, sobre sus miembros menos afortunados.»
«El mal se ha extendido, tal vez, ya demasiado para poderlo remediar, pero, por mi parte, estoy cada vez más convencido que de no haber existido nunca estas poor-laws se hubieran dado, quizá, algunos casos más de miseria particularmente severos, pero el caudal global de felicidad entre la gente humilde sería hoy mucho mayor de lo que es.»
Los dos paliativos que Malthus propone para reducir la miseria en una sociedad son:
Primero, la total derogación de todas las actuales leyes de asistencia parroquial (En tiempo de Malthus la parroquia era el organismo encargado de la asistencia pública).
Segundo, estimular el desarrollo de la agricultura.
Las características favorables del crecimiento de la población en los Estados Unidos de América se deben a los rápidos progresos, en la abundancia de tierras fértiles, absoluta libertad en la gestión de sus asuntos internos, instituciones políticas a favor de la división de la propiedad y expropiación de dichas tierras si no eran cultivadas, no existían los impuestos y mucho menos el diezmo…
Las epidemias, según Malthus, eran causadas por la escasez de espacios y de alimentos.
«El desaliento provocado por las dificultades para el matrimonio, las viciosas costumbres que esto acarrera, las guerras, el lujo, la despoblación silenciosa pero evidente de las grandes urbes, las habitaciones demasiado angostas y la alimentación insuficiente de muchas gentes pobres, evitan que la población rebase los medios de subsistencia, y si se me permite utilizar la expresión que sin duda a primera vista parecerá extraña, hacen innecesarias las grandes y devastadoras epidemias que eliminen la población sobrante.»
Malthus para explicar de que dependerá la vida humana cita a Condorcet. El progeso de la medicina, una alimentación y condiciones de vida saludables, la reducción de la miseria y del vicio, la eliminación de enfermedades hereditarias y contagiosas… ayudan a que sin alcanzar la inmortalidad, los años de vida aumenten en cuanto estos progresos se vayan adoptando. Malthus califica las conjeturas de Condorcet, respecto a la prolongación indefinida de la vida humana, como un deseo de inmortalidad que siente el alma.
El Sr. Godwin es criticado en el presente ensayo: «Para apreciar la poca atención que la aguda inteligencia del señor Godwin ha prestado al estado real del hombre sobre la tierra, basta con ver la forma en que intenta eliminar la dificultad de un exceso de población. He aquí sus palabras: <La evidente respuesta a esta objeción es que razonar de esta manera es prever dificultades sumamente alejadas. Las tres cuartas partes de la superficie habitable del globo están sin cultivar. Las partes cultivadas son susceptibles de mejoras sin fin. La población puede continuar creciendo durante muchos miles de siglos y la tierra seguirá siendo suficiente para asegurar la subsistencia de sus habitantes>.»
Para Adam Smith lo que determina la situación social y económica de los pobres en un país es el aumento de las riquezas de dicho país. Malthus matiza la idea de Smith, dos países pueden incrementar igualmente el valor de cambio de la producción de las tierras y del trabajo, pero si un país se ha dedicado a la agricultura y otro al comercio de productos manufacturados, el efecto que se alcanzaría de la riqueza nacional sería muy diferente en estos dos casos. En el país dedicado a la agricultura, los pobres viven con más desahogo y la población crecerá más rápidamente, en cambio, en el otro país, los pobres no tendrán tantas ventajas y el crecimiento de la población será más lento.
Malthus piensa como los fisiócratas franceses llegando a la misma conclusión pero por diferentes razones. «Un capital aplicado a la tierra puede resultar improductivo para el individuo que lo invierte, y, sin embargo, ser altamente productivo para la sociedad. Por el contrario, un capital aplicado al comercio puede ser sumamente productivo para el individuo y totalmente improductivo, en cambio, para la sociedad; y esta es la razón por la cual considero improductiva la mano de obra manufacturera, en comparación con la agrícola; no por la que esgriman los economistas franceses.» Por experiencia diaria y lo que observa Malthus, cree que la contribución de la producción de alimento mejora el bienestar de la sociedad en su conjunto, en cambio, el comercio reporta grandes fortunas a individuos concretos. El comercio ayuda a fortalecer el poder exterior de la nación y a poder adquirir el trabajo de otras naciones.
Esta obra de Malthus ha sido posteriormente criticada, sobre todo en la parte de las progresiones.